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de donde es reclamado con la justificación de
tener que intervenir sin demora a un capitán
del ejército nacional (Enrique Ramos), afecto
de una importante fístula arteriovenosa subclavia.
Efectuada la intervención con éxito,
el capitán Ramos recuperó la salud y el doctor
Martorell, la libertad.
Una vez finalizada la contienda civil, tanto
el comandante de aviación García Morato
como los capitanes jurídicos Enrique del
Castillo y Atilio Ley, conocedores de la actuación
de Fernando Martorell con los heridos
de guerra, intercedieron para lograr su rehabilitación
profesional médica.
Pero como otros muchos profesores, fue víctima
de la represión política que inhabilitaba
para la docencia a todos aquellos que habían
«colaborado» con la República. De este modo,
Fernando Martorell tuvo que abandonar sus
plazas en la Facultad de Medicina y en el
Hospital Clínico de Barcelona para dedicarse
en exclusiva a la Clínica Platón.
Al reiniciar la práctica civil, empezó a interesarse
especialmente por la patología vascular,
se dio cuenta de que en muchas ocasiones
el tratamiento quirúrgico no era suficiente
ni necesario y fue madurando la idea de una
asistencia médico-quirúrgica en esos pacientes.
En ese momento, decide abandonar totalmente
la cirugía general y dedicarse exclusivamente
a los enfermos vasculares.
En 1940, acompañado de su esposa, conocedora
del inglés, sin becas ni ayudas, marcha
a EE.UU. para conocer lo mejor de todos
los expertos en enfermedades vasculares.
Visita la Mayo Clinic con Adson y Allen, trabaja
en Chicago con Geza de Takats y permanece
en Nueva York con Silver y Bla -
kemore. En todas partes es acogido con
amabilidad y tiene la oportunidad de intercambiar
criterios y conocimientos, afianzán-
HISTORIA DE LA SEACV. 50.º ANIVERSARIO. 1959-2009
dose en sus ideas sobre una nueva especialidad
médica.
Regresa a Barcelona, al único centro donde
podía trabajar: la Clínica Platón. Allí se produce,
en mi opinión, un hecho trascendente
en nuestra especialidad: el 10 de julio de 1940,
en el consejo de administración del Instituto
Policlínico, se propone el ingreso en el cuerpo
facultativo del mismo del doctor Fernando
Martorell Otzet como jefe de los Servicios
de Cirugía Vascular. La propuesta es aceptada
por unanimidad y queda constituida por
vez primera una Unidad de Patología Vascular
independiente y autónoma (fig. 1).
Al mismo tiempo, gracias al apoyo económico
familiar, alquila unos locales en la planta
baja de la clínica con objeto de instalar un dispensario
benéfico que atendiera a los pacientes
vasculares sin recursos económicos (vale
recordar que en aquellos momentos se estaba
gestando en España la Seguridad Social)
y con un pequeño grupo de colaboradores inicia
la actividad del futuro Departamento de
Angio logía.
LA ANGIOLOGÍA Y
LA INTERNATIONAL SOCIETY
OF ANGIOLOGY
Con su dedicación exclusiva a la patología vascular
en la Clínica Platón, se labra un prestigio
importante, convirtiéndose en referente
nacional en el estudio y tratamiento de dichas
enfermedades. Recogiendo sus propias palabras:
«... enseguida me di cuenta de que nada
más uno de cada 10 enfermos vasculares necesitaba
tratamiento quirúrgico; así llegué a la
conclusión de que el tratamiento de las enfermedades
vasculares era médico-quirúrgico.
Junto con mis colaboradores, decidimos denominar
a esta nueva especialidad Angiología,