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damente 1.000 son médicos. En la actualidad,
el ARDMS ofrece un segundo nivel de acreditación,
el RPVI (Registered Physician in
Vascular Interpretation), destinado a la interpretación
médica de los test del laboratorio
vascular. El sistema de homologación de los
laboratorios vasculares está regulado por el
ICAVL (The Intersocietal Commission for the
Accreditation of Vascular Laboratories), donde
los laboratorios vasculares son evaluados
para conocer su nivel de cualificación y excelencia.
Existen varios modelos de certificación/homologación.
El que se utiliza en España tiene una
estructura inspirada en el modelo americano.
Contempla dos apartados bien diferenciados:
la certificación personal básica y la homologación
de los laboratorios vasculares. El programa
pretende, tal y como se hace constar en
su documento marco, «estimular la formación
y reconocimiento profesional del personal cualificado,
así como la unificación de los criterios
y de la metodología diagnóstica, que permita,
en última instancia, mejorar y homogeneizar
la calidad de las pruebas diagnósticas no invasivas».
CERTIFICACIÓN PERSONAL BÁSICA
Está dirigida a los profesionales de la sanidad
que desempeñan su labor en los laboratorios
vasculares: licenciados en Medicina y Cirugía
con experiencia en el laboratorio vascular;
especialistas en Angiología y Cirugía Vascular;
residentes de 4.º y 5.º año de Angiología y
Cirugía Vascular, y diplomados universitarios
en Enfermería (DUE). Los candidatos a la certificación
deben acreditar un cierto entrenamiento,
supervisado en un laboratorio vascular,
mediante la realización de, como mínimo,
50 exploraciones de troncos supraaórticos, 50
exploraciones arteriales y 50 venosas. La realización
de estas exploraciones deberá ser
HISTORIA DE LA SEACV. 50.º ANIVERSARIO. 1959-2009
confirmada por el jefe de servicio correspondiente.
Cumplidos los requisitos de titulación y experiencia
práctica, los candidatos deberán pasar
un examen teórico, que no está encaminado a
una selección restrictiva, sino a garantizar ciertos
conocimientos teóricos mínimos indispensables,
que en ocasiones pueden ser deficientes
y que ayudan a la comprensión del trabajo
realizado. Para ello, se realizan cursos relacionados
con los temas básicos, y los examinandos
disponen de guías orientativas, publicadas
a este respecto. El examen consta de dos partes:
1. principios físicos e instrumentación, y
2. tecnología vascular. Cada una de las partes
consta de 50 preguntas y debe ser aprobada
por separado. Las preguntas son de respuesta
múltiple; pueden referirse a imágenes ecográficas,
que se adjuntan con el cuestionario,
y no hay puntos negativos. En el caso de no
aprobar alguna de las dos partes, puede repetirse
el examen de la parte suspendida al año
siguiente, sin tener que presentar nueva documentación
ni satisfacer pago alguno.
HOMOLOGACIÓN
DE LOS LABORATORIOS
VASCULARES
La homologación de los laboratorios vasculares
no tiene como finalidad enseñar cómo ni
cuándo deben realizarse las exploraciones, sino
que es un intento de homogeneizar la calidad
de las pruebas diagnósticas no invasivas,
y, en cierto modo, constituir el germen para
una futura homologación con otros países de
la Unión Europea. Las condiciones para que
un laboratorio vascular sea considerado candidato
incluyen unos requerimientos mínimos,
en cuanto a personal y equipamiento (tabla 3).
Aquellos laboratorios que deseen obtener la
homologación deberán solicitarla a la comisión
evaluadora y rellenar el formulario de