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PRESENTACIÓN
En Valencia, a las cuatro de la tarde del 20 de junio de 2009, durante el 55.º Congreso Nacional
de la Sociedad Española de Angiología y Cirugía Vascular (SEACV), los estatutos de la asociación
obligaban a realizar el preceptivo relevo directivo. La nueva junta directiva, entre las muchas
cosas a planificar, es conocedora de que 17 días más tarde (7 de julio de 2009) se cumple el
cincuentenario de la creación de la Sociedad Española de Angiología y Cirugía Vascular y de
que no se puede dejar pasar tal efeméride. Pocos meses más tarde, quedamos satisfechos al presentar
el proyecto de redacción de un libro sobre los 50 años de historia de la SEACV, máxime
cuando todos (juntas directivas de la Sociedad y su Fundación) intuyeron la obligación de testimoniar
lo ocurrido en ese período de tiempo.
Es opinión general que el análisis de la evolución histórica experimentada en los últimos cinco
lustros por la SEACV (y especialidad que aglutina) es fundamental, no sólo para comprender
y reflexionar sobre su situación actual, sino también para prever lo que puede ser su futuro.
Así se dice que «un pueblo que desconoce su historia está abocado a cometer siempre los
mismos errores» o, en palabras de Goethe: «El presente no puede ser comprendido más que a
través del esclarecimiento del pasado».
En las últimas décadas, el avance científico y tecnológico experimentado por nuestra especialidad
ha sido simplemente espectacular y fascinante. Los conocimientos y las técnicas que
presentamos en nuestros congresos anualmente o que publicamos en Angiología no son sino
el resultado de observaciones y experiencias de años, producto de unas actitudes condicionadas
por los cambios científicos y sociales. De aquí que el futuro sea inimaginable, como inimaginable
sería para los pioneros angiólogos, del año 1959, la actual situación de la SEACV y su
especialidad. No obstante, entre pioneros, los presentes y los que nos sigan, existen unos
lazos comunes: el amor por nuestra profesión y oficio.
La Angiología y Cirugía Vascular es una especialidad médica muy joven, algo que no deja de
sorprender, dada la elevada demanda asistencial que presenta. Por ello, pasados 50 años, podemos
afirmar que la SEACV, y la especialidad que representa, está fuertemente consolidada y,
aunque totalmente independiente, también sabe trabajar con otras instituciones afines para
mejorar la asistencia a los pacientes. Esta situación de la SEACV no es más que el reflejo de la
antorcha que nuestros antepasados nos han transferido. Ello nos obliga a continuar y mejorar,
en lo posible, su labor con el estilo que nos han enseñado, para poder escribir en el futuro
otro capítulo de nuestra historia, acorde con la misión que nos corresponde.
XIX