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REVISTAS DE LA SEACV 175
Angiólogo y cirujano vascular de reconocido
prestigio nacional e internacional, F. Martorell
fue el hombre clave del desarrollo de la angiología
en nuestro país. Desde el Instituto
Policlínico de Barcelona, donde se asentó tras
un período de formación en Estados Unidos,
fundó la revista Angiología y la SEACV, aunó
el esfuerzo de un grupo de especialistas de su
entorno, junto a otros repartidos por el territorio
nacional, y sentó las líneas científicas y
asistenciales (algo así como la lex artis de la
especialidad) durante tres décadas. Autor de
un centenar de aportaciones científicas en
Angiología, cuya indexación internacional data
del mismo 1949, así como de alrededor de
40 publicaciones internacionales referenciadas,
el doctor F. Martorell sigue siendo, probablemente,
el angiólogo español con mayor
trayectoria científica de la historia.
Durante sus primeras tres décadas de difusión,
Angiología acogió artículos de las personalidades
más relevantes del mundo angiológico
de entonces. Al artículo mencionado de R.
Leriche («Quelques précisions anatomophysiologiques
sur le mode de formation des
anéurysmes traumatiques. Obscurités et paradoxes»,
1949;1), del número inaugural, le
siguieron, durante los años siguientes, otros
firmados por R. Fontaine («Le traitement chirurgical
de l’hypertension artérielle. Résultats
de notre pratique personelle», 1949;3); M.
Audier («Le glycocolle dans le traitement de
la claudication intermittente artérielle»
1949;4); Ch. Rob («Reconstrucción arterial en
la enfermedad orgánica arterial periférica»,
1957;1); H.W. Passler («Exploración y tratamiento
de los trastornos circulatorios funcionales
de las extremidades», 1959;2); J.J.
Garibotti, («Traumatismos arteriales en la
práctica civil», 1962;4); M. Páramo («Síndrome
de obliteración de los troncos supraaórticos»,
1963; supl.), o M. D’Addato («Clasificación
nosológica de los vasos colaterales arteriales
en relación con las progresivas modificaciones
de la tectónica parietal inducida por la nueva
hemodinámica. Estudio de arteriografía clínica
comparada», 1968;3).
Tanto ellos como muchos otros colaboraron
con la revista y firmaron artículos, cuyos títulos,
incluso vistos desde décadas de distancia,
siguen sugiriendo y sorprendiéndonos en la
actualidad, como «El valor diagnóstico de las
imágenes flebográficas en la obstrucción intermitente
de la vena subclavia» (1952;1), de P.
Tagariello (Padua, Italia); «Reconstrucción de
la arteria femoral» (1957;4), de J.C. Luke
(Montreal, Canadá); «Tratamiento del síndrome
postromboflebítico mediante trasplante de
safena interna» (1959;2), de E. C. Palma
(Montevideo, Uruguay); «Estudio sobre la función
de los homoinjertos arteriales» (1959;3),
de T. Hiertonn (Estocolmo, Suecia); «Valor e
importancia de la linfoangiografía en las enfermedades
vasculares de las extremidades inferiores»
(1960;4), de E. Rodríguez-Azpurúa
(Caracas, Venezuela); «Prótesis vasculares,
endarteriectomía y simpatectomía en la oclusión
arterial lenta de los miembros» (1963;1),
de M. Casanueva del C. (Santiago, Chile);
«Aneurisma de la aorta abdominal: tratamiento
quirúrgico» (1963;1), de V. E. Pataro (Buenos
Aires, Argentina); «El síndrome arterial
oclusivo de miembro inferior y tratamiento
por la simpatectomía lumbar: revisión de 315
casos» (1965;2), de C. Forno (Lima, Perú);
«Utilización de la vía transobturatriz en las
complicaciones en el triángulo de Scarpa de
las prótesis arteriales sintéticas» (1967;5),
de C. Morone (Pavia, Italia); «Tratamiento
quirúrgico de las enfermedades oclusivas de
los vasos braquicefálicos» (1968;3), de P. A.
Sánchez (Portland, Estados Unidos); «El efecto
ultrasónico doppler como método diagnóstico
en angiología» (1970;6), de H. Richter
(Darmstadt, Alemania); «Tromboendarteriectomía
aorto-ilíaca» (1970;5), de A. Alcocer