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CAPÍTULO XXI
INVESTIGACIÓN EN ANGIOLOGÍA
Y CIRUGÍA VASCULAR
Carlos Vaquero Puerta
La historia de una sociedad científica es, por
una parte, la de sus miembros y, por otra, las
actuaciones que, con carácter más o menos
colectivo, realizan sus gestores a lo largo del
tiempo.
Cuando recibí el encargo de escribir este capítulo,
realicé una pequeña revisión memorística
de los más de 35 años de mi vinculación con
la Sociedad Española de Angiología y Cirugía
Vascular, y consideré qué tipo de valoración
podía hacer y con qué criterio, si con uno crítico
o, por el contrario, con otro más benevolente.
Lo cierto es que no podríamos afirmar
que las actividades de la sociedad durante algunas
épocas estuvieran muy vinculadas con la
faceta investigadora. Posiblemente, por un lado,
por el perfil de aquellos que la crearon, desarrollaron
y mantuvieron y, por otro, probablemente
porque no era la actividad que en
esos momentos se requería como prioritaria
para el desarrollo del área de conocimiento
de la angiología y cirugía vascular.
Una sociedad científica se entiende como «la
asociación de personas con un soporte de reconocimiento
administrativo, que, por una parte,
tienen el fin de desarrollar una parcela del
saber y, por otra, transmitir el conocimien-
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to». Tenemos que considerar que «investigación»
es casi toda actividad destinada a
incrementar la información en un campo de
conocimiento y, por lo tanto, hay que considerar,
aplicando este criterio, muchas más actividades
que aquellas que clásicamente se han
relacionado con la investigación, a veces vinculadas
a comportamientos clásicos estereotipados
muy relacionados con profesionales
que realizan ta reas en laboratorios que se presentan
con el perfil de investigación, sin considerar
otras actuaciones más cotidianas, pero
que contribuyen a incrementar el conocimiento
y que suelen estar vinculadas a las propias
tareas asistenciales.
La investigación, por lo tanto, no es una actividad
privativa y exclusivista de un sector de
los miembros de una sociedad científica que
desarrollan un tipo de actividades con un
patrón muy estereotipado, sobre todo desde
la imagen que se tiene de la actividad investigadora
por parte de la sociedad. Si definimos
la «investigación biomédica» como «las
actividades realizadas con el objetivo de aportar
al conocimiento algo nuevo al campo de
la medicina que se trate», los integrantes de
la Sociedad Española de Angiología y Cirugía