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colectivo genérico de personas. Los fines fundacionales
pueden modificarse, si no lo prohíbe/n
el/los fundador/es. Ahora bien, siempre
deberá justificarse la necesidad y conveniencia
de dicha modificación.
Otra diferencia sustancial entre ambas viene
dada porque, en la sociedad existe un contrato
esencialmente oneroso, ya que todos los
socios, con sus aportaciones patrimoniales,
pretenden repartir los beneficios. Esta posibilidad
está expresamente prohibida en la fundación,
en la que, en ningún caso, se pueden
repartir beneficios.
La aportación de los fundadores de la FSE-
ACV, cuando se constituye la Fundación, es
un acto de cesión gratuita e irrevocable por el
que la dotación fundacional pasa, de modo
inseparable, a la Fundación sin que pueda
revertir a los fundadores ni a ninguno de los
patronos que constituyen el órgano de gobierno,
quienes, además, han de ejercer el cargo de
patrono de forma gratuita. Tal vez es éste, si
nos ponemos a analizar, uno de los conflictos
más serios que se nos plantean, ya que la ley
exige un compromiso de responsabilidad
patrimonial de los patronos a cambio de que
éstos realicen su labor de gestión sin una contraprestación
económica. Es evidente que el
compromiso adquirido por cada uno de los
patronos va más allá de los condicionantes
contractuales, lo que supone el desempeño de
dicho cargo, y su implicación está más bien
vinculada al sentido de responsabilidad que,
de forma altruista, decide aceptar.
FINES FUNDACIONALES
DE LA FSEACV
Los fines fundacionales de la FSEACV han de
ser de interés general y han de beneficiar a un
colectivo genérico de personas.
HISTORIA DE LA SEACV. 50.º ANIVERSARIO. 1959-2009
El capítulo I, artículo 3, apartado 1.º de la Ley
50/2002 de Fundaciones, establece una amplia
relación de los posibles fines de interés general.
Entre ellos se mencionan, como más adelante
se comenta, los fines sanitarios como uno
de los objetivos fundacionales. Asimismo, se
contemplan la investigación científica, el desarrollo
tecnológico y otra serie de fines que,
igualmente, se podrían incluir en las actividades
que desempeña la SEACV. Un aspecto
importante es que los beneficiarios de los fines
fundacionales no pueden ser ni los fundadores
ni los patronos o familiares (hasta cuarto
grado).
La valoración de que el fin que ha propuesto
la fundación responda al interés social y, por
lo tanto, a la posibilidad de su constitución
corresponde al Protectorado de Fundaciones.
Este órgano, dependiente del Ministerio de
Cultura, realiza dicho examen con carácter
previo a la inscripción de la fundación y tiene
una misión no solamente de control, sino también
de apoyo, impulso y asesoramiento de
la misma. Hoy en día, se han abierto enormemente
las posibilidades de los fines que puede
perseguir una fundación, frente a épocas
anteriores, en las que únicamente se aceptaban
fundaciones para fines benéficos.
El fin para el que se crea la fundación debe
reflejarse claramente en la escritura de constitución.
Tal y como señala el artículo 3 de los
Estatutos de la FSEACV, dicho fin se sintetiza
en el desarrollo de la investigación y docencia
para la prevención y el tratamiento de las
enfermedades vasculares, todo ello con carácter
altruista y exento de fines lucrativos.
El artículo 23 de la Ley 50/2002 contiene los
principios de actuación a los que está sometida
la FSEACV. El principio básico es la aplicación
de los recursos al cumplimiento de
dichos fines fundacionales, cuyo alcance vie-