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CAPÍTULO XVIII
PREMIOS Y BECAS DE LA SEACV
Josep Marinel·lo Roura
PRECEDENTES
La primera mención histórica de la institucionalización
de una beca o de un premio de la
SEACV cabe encontrarla en el acta de la asamblea
general ordinaria del año 1960: «Se acuerda,
a propuesta del doctor Gutiérrez-Vallejo,
conceder una beca anual a un médico joven para
especializarse en un centro angiológico nacional,
siempre y cuando las posibilidades económicas
de la Sociedad lo permitan».
En el año de referencia, el centro designado
fue el Departamento de Angiología del Ins -
tituto Policlínico de Barcelona.
En el curso de estos 50 años, la Sociedad y,
posteriormente, la Fundación han otorgado
los premios y las becas bajo diversos epígrafes
y por diversos conceptos.
La mayoría han tenido continuidad, algunos
han sido convocados de forma puntual y única,
y unos pocos han sido aprobados en asamblea
pero nunca convocados.
Entre los años 1961 y 1974, la Sociedad convocó
becas destinadas «para médicos jóvenes
a fin de subvencionar la asistencia a cursos
organizados por miembros de la Sociedad».
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En el año 1961, se concedió una beca de 6.000
pesetas (sin referencia en el acta de su destinatario)
para la asistencia al curso de angiología,
dirigido por el doctor José Valls Serra
en la cátedra de Patología Médica de la
Facultad de Medicina de Barcelona.
Sucesivamente y hasta el año 1974, estas becas
fueron concedidas para la asistencia a los cursos
dirigidos por A. Rodríguez Arias, J. Salleras
y Rafael C. de Sobregrau en Barcelona; Ramiro
Rivera en Madrid; José M.ª Capdevila en
Oviedo; Pässler en Leverkusen; Ritcher en
Darmstadt, y Alemany en Boltrop.
Aunque de forma esporádica, la industria farmacéutica
esponsorizó en esta época algunos
premios. El laboratorio Alonga-Lafarquin
S. A. en las jornadas del año 1962, celebradas
en la ciudad de Sevilla, otorgó un premio
de 5.000 pesetas al doctor Francisco Gutiérrez
Vallejo por una comunicación sobre el tema
«Heparina y Arterioesclerosis», y el laboratorio
Lacer, otro dotado de 6.000 pesetas al
doctor Joaquín Montserrat por su comunicación
«Fibrinolíticos en las vasculopatías periféricas».
De otros, como el Premio García Pumarino
y el segundo premio, Bodas de Plata (ambos