Toros Letra A.pmd - Fiestabrava
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<strong>Toros</strong> Notables Libro I : <strong>Letra</strong> A<br />
Seguidamente, Arbolario, escarbando<br />
y reculando, se acuarteló en el centro<br />
de la plaza. Entonces «Regaterín» cometió<br />
la imprudencia de flamear el capote desde<br />
dentro del callejón para llamarle la atención<br />
y, tanto lo consiguió, que el animal se le<br />
arrancó con un gas terrible y al llegar cerca<br />
de donde estaba el imprudente banderillero,<br />
pegó un brinco y …¡lo que son las cosas!, se<br />
quedó con las patas puestas en el filo de la<br />
barrera y las manos apoyadas en la maroma<br />
de la contrabarrera, como si fuera un señorito.<br />
Si los que estaban en un burladero hubieran<br />
hecho algo por asustar al toro, no hubiera<br />
pasado nada. Pero se «najaron» y el toro<br />
echó todo su peso hacia delante y entró en el<br />
tendido, que era el nº 3, a la izquierda de la<br />
Presidencia y ya junto al Sol, todo en menos<br />
tiempo que se dice.<br />
El cuadro que se desarrolló entonces,<br />
no es para contarlo. En medio de un griterío<br />
fenomenal, se hizo un despejo casi absoluto,<br />
a base de correrse la gente a los tendidos 2 y<br />
4, subirse a las gradas, saltar a los pasillos y,<br />
sobre todo, tirarse de cabeza al callejón. El<br />
Arbolario enganchó a siete personas, cuatro hombres y<br />
tres mujeres, de los que se afanaban en pasar a las gradas,<br />
sin conseguirlo. Varios de estos heridos, no lo fueron<br />
gravemente, y por fortuna todos salvaron la pelleja.<br />
Aparte de ellos, hubo más de<br />
dos-cientos contusos, pues en la<br />
huía la gente se estorbaban entre<br />
sí, chocando unos contra otros,<br />
amén de los que se tiraban al<br />
suelo y caían de mala manera.<br />
toro caminó por las filas, hasta que cogió el<br />
tabloncillo por el cual se manejaba con más<br />
soltura y enganchó a siete personas, cuatro<br />
hombres y tres mujeres, de los que se<br />
afanaban en pasar a las gradas, sin<br />
conseguirlo. Varios de estos heridos, no lo<br />
fueron gravemente, y por fortuna todos<br />
salvaron la pelleja.<br />
Aparte de ellos, hubo más de doscientos<br />
contusos, pues en la huía la gente se<br />
estorbaban entre sí, chocando unos contra<br />
otros, amén de los que se tiraban al suelo y<br />
caían de mala manera. Aun hubiera sido<br />
mucho mayor el número de heridos si no<br />
hubiera sido por la decisión de un torero<br />
subalterno, porque nada hicieron los que<br />
alternaban esa tarde, llamado Santos, que<br />
tenía a su cargo la tarea de alcanzar las<br />
banderillas, pudo colear al toro y tenerle<br />
sujeto unos segundos, hasta que el animal<br />
se le escapó, pero con ello dio tiempo a que<br />
el tendido quedase vacío. El momento de más<br />
emoción fue cuando se vio al toro dirigirse<br />
hacia dos niños, que seguramente eran<br />
130 El PUERTO de SANTA MARÍA - 2008