Toros Letra A.pmd - Fiestabrava
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<strong>Toros</strong> Notables Libro I : <strong>Letra</strong> A<br />
Enrique Vargas (Minuto) en un<br />
alarde de valor.<br />
arrancando, que aunque algo baja, le premió<br />
la concurrencia con sus aplausos. Ovación,<br />
música y gran entusiasmo. La tarde fue de<br />
Mazzantini. Dando buenas estocadas, y<br />
siendo ídolo del pueblo «no te duermas en<br />
tus triunfos y sigue aprendiendo.<br />
Por otra parte, su simpatía y buen trato<br />
le permitieron conquistar los medios más<br />
dispares, y circulaba en todos ellos con<br />
general aprecio y admiración. Al finalizar la<br />
temporada de 1884, el espada vasco nada<br />
tenía que envidiar a Frascuelo o Rafael Molina.<br />
Como a ellos, le sonreía la gloria y le proponían<br />
contratos en blanco. Los adversarios<br />
de Mazzantini y cierta Prensa reaccionaria<br />
empezaron a decir que en la propaganda de<br />
él había tomado mucha parte la masonería...<br />
¡la envidia ibérica siempre presente!<br />
344.3) Arriero:<br />
Enrique Vargas (Minuto) y Joaquín<br />
Navarro (Quinito) alternaron en la Plaza de<br />
<strong>Toros</strong> de El Puerto de Santa María el (04-10-<br />
1891), lidiando ganado de los señores Abdón<br />
Fíntela y Miguel López, ganaderos por-<br />
Joaquín Navarro (Quinito).<br />
tuenses. El resultado de la corrida fue bueno,<br />
tanto por parte de los toreros como de los<br />
toros. En esa corrida sucedió un percance,<br />
si bien de poca importancia, bastante<br />
significativo. A el diestro Quinito, a quien le<br />
habían llegado rumores de que la Empresa<br />
carecía de fondos, se negó en rotundo a<br />
torear si no le pagaban sus honorarios antes<br />
de la corrida. Cundió la alarma entre los<br />
aficionados y se alborotó el cotarro oficial. El<br />
Gobernador llegó a autorizar al Alcalde para<br />
que, si lo creía oportuno, mandase suspender<br />
la corrida. Finalmente debió darse con<br />
alguna solución –la cesión de sus derechos<br />
como contratista por parte del Sr. Ponce a<br />
favor de otro tal Sr. López- porque lo cierto<br />
es que la corrida se celebró. Hasta aquí lo<br />
reseñado don Manuel Martínez Alfonso.<br />
Sin embargo, don José María Rojas<br />
Guillén, ha rescatado otra crónica de la<br />
corrida, en la que nos cuenta que ese día fue<br />
propicio a las broncas, ya que desde la una<br />
de tarde, aproximadamente, se produjo un<br />
escándalo mayúsculo en la calle de Correos<br />
entre varios transeúntes, al parecer foras-<br />
146 El PUERTO de SANTA MARÍA - 2008