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En la primera s<strong>ec</strong>ción de este capítulo (1) nos centraremos en la figura de<br />
Vacas Galindo y su relación con la Amazonía. De h<strong>ec</strong>ho, al igual que Manuel<br />
Villavicencio y a diferencia de Wolf, Vacas Galindo pasó varios años de su vida en<br />
el Oriente y luchó incansablemente por que el gobierno <strong>ec</strong>uatoriano se ocupe de esta<br />
vasta zona olvidada. Nos centraremos en el análisis de la novela Nankijukima, escrita<br />
por Vacas Galindo en 1895, donde encontramos una serie de eventos de guerra,<br />
barbarie, religión y espionaje que van construyendo la mirada patriótica del autor, su<br />
inclinación hacia la diplomacia y su odio por el Perú.<br />
En la segunda s<strong>ec</strong>ción del capítulo (2) discutiremos sobre las características<br />
del mapa poscolonial en los Andes y el inicio de la disputa entre Ecuador y Perú.<br />
Esto nos llevará a detallar las bases del sistema de control territorial en la colonia, el<br />
rol que las disputas fronterizas entre España y Portugal tuvieron en el origen de la<br />
Real Cédula de 1802 y sus ef<strong>ec</strong>tos luego de la Independencia. La importancia de la<br />
cartografía en la creación del sistema de estados territoriales en Hispanoamérica es<br />
un punto de esp<strong>ec</strong>ial interés.<br />
vehemente probabilidad; porque no podíamos persuadirnos de que, estando tan cerca de Andoas las<br />
cab<strong>ec</strong>eras del Morona, viniera también a rendirles su tributo el Upano, que corría en sentido opuesto. Esto<br />
fue lo que expresamos en Nanjikujima, que lo dimos a luz en 1895. Después de todo, el año pasado 1902,<br />
queriendo terminar nuestro Mapa, y buscando los datos n<strong>ec</strong>esarios para darle la mayor exactitud que nos<br />
fuese posible, sobre los ríos del Oriente, acudimos a los Misioneros Salesianos de Gualaquiza. En una<br />
conferencia privada con el Sr. Jacinto Pankeri, tuvo este la amabilidad de presentarnos un hermoso<br />
croquis sobre el Zamora, el Paute y toda la región de Gualaquiza; encontramos ahí el nombre del<br />
Namangaza, a cuyas aguas afluían, por el norte, las del río de Macas, sin saber el Sr. Pankeri que éste era<br />
el Upano. Volviendo a preguntar nosotros si el Namangaza era el Paute, y habiéndosenos contestado<br />
afirmativamente, exclamamos entonces, con inefable placer, como Santo Tomás de Aquino: ¡¡¡Actum est<br />
contra Maniqueos!!! El Namangaza es el Paute que, uniéndose con el Zamora, entra al Upano; y desde ahí<br />
surge magnífico y grandioso el poético Santiago. En ese momento agolpáronse de una sola vez todas las<br />
ideas, y reflexiones, y argumentos, y razonamientos que aquí hemos expresado, no como mera<br />
opinión, sino como el absoluto convencimiento y placer que de la evidencia de la verdad encontrada”<br />
(Vacas Galindo, 1903: 425-426).<br />
222<br />
“Los señores Pedro Moncayo y M. Villavicencio escribieron en tiempos en que apenas se conservaba<br />
la verdadera idea de nuestra cuestión sobre los límites: de ahí el que sus escritos, si bien de mucho mérito,<br />
car<strong>ec</strong>ieran de mayor número de datos n<strong>ec</strong>esarios para la amplia demostración que se propusieron. La<br />
“Memoria Histórico-Jurídica” del Dr. Honorato Vásquez, obra de erudición y mucho criterio, adol<strong>ec</strong>e<br />
también de la deficiencia notable de los dos escritores mencionados. Hay otros tantos escritores igualmente<br />
respetables cuyos escritos no contienen sino verdades aisladas y datos sin conexión científica, no habiendo<br />
llegado por falta de documentos o de estudio, a tocar la cuestión en todos sus asp<strong>ec</strong>tos” (Vacas Galindo,<br />
1902a: vii). “Aquí rendiremos el tributo que se mer<strong>ec</strong>e la “Memoria histórico-jurídica” del Dr. Honorato<br />
Vásquez. Tan erudito patriota a pesar de la deficiencia de documentos que no apar<strong>ec</strong>ieron entonces, y de<br />
cuestiones ya jurídicas, ya geográficas, absolutamente n<strong>ec</strong>esarias para esta clase de estudios, en el terreno<br />
del der<strong>ec</strong>ho ha sabido sostener con levantado criterio y mucho talento la causa <strong>ec</strong>uatoriana” (Vacas<br />
Galindo, 1903: iii).<br />
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