La melancolia de los feos - Mario Mendoza

More documents

Recommendations

Info

atraviesa las Columnas de Hércules para lanzarse en busca de lo desconocido. Suspiré invadido por una plenitud que aún me hacía temblar y que me erizaba los vellos de los brazos y la nuca. Me incorporé y me limpié las lágrimas que tenía alrededor de los ojos y las mejillas. Entonces vi a Genaro que venía corriendo por la calle con Deimos cogido del collar. Y en su inclinación corporal, en la contextura de su espalda y en su sonrisa franca y resplandeciente creí ver un reflejo mejorado de Alfonso… Había algo a su alrededor, algo que no supe apreciar en mis anteriores visitas, y que me recordaba inevitablemente a mi viejo y querido amigo. —Telémaco —susurré con la cabeza entre las manos. Y allá, al fondo, diminuta y rodeada de flores, había una casa donde una mujer estaba esperándome. De una manera que no lograba explicarme del todo, sentí que yo era una imagen invertida de Alfonso, una especie de presencia opuesta que después de la tormenta volvía a Itaca para reposar y vivir en paz entre los brazos de una mujer que no debí haber abandonado nunca. —Penélope… —volví a susurrar para mí mismo. Tomé aire, caminé dos pasos y me fui detrás de Genaro y de Deimos, que también se hubiera podido llamar Argos. Una brisa que bajaba de las montañas me refrescó el cuerpo entero. www.lectulandia.com - Página 184
AGRADECIMIENTOS Le agradezco enormemente a Andrés Baiz el hecho de haberme puesto en contacto con la historia de Moitessier, y de haberme facilitado el relato acerca de la primera convocatoria para darle la vuelta al mundo en solitario y sin escalas en 1968. Gracias a esa lectura, poco tiempo después, en un viaje relámpago a Buenos Aires, logré conseguir el libro que había escrito Vito Dumas después de su aventura en 1942. www.lectulandia.com - Página 185
Page 2 and 3:
León Soler es un psiquiatra solter
Page 4 and 5:
Mario Mendoza, 2016 Editor digital:
Page 6 and 7:
CAPÍTULO I − EL HOMBRE-MURCIÉLA
Page 8 and 9:
infancia. De niño y de joven habí
Page 10 and 11:
enigmas psiquiátricos y dar con la
Page 12 and 13:
www.lectulandia.com - Página 12
Page 14 and 15:
2. Estimado León: Me imagino la ca
Page 16 and 17:
frente a la casa y descubría a un
Page 18 and 19:
viejo y desvencijado Renault 6 que
Page 20 and 21:
que la atacan y que quieren hacerle
Page 22 and 23:
de pronto a la vieja casa y a sus i
Page 24 and 25:
de sus víctimas. Hay algo erótico
Page 26 and 27:
amigos que se hacían compañía,
Page 28 and 29:
desarrollara durante la adolescenci
Page 30 and 31:
estudiando quinto de primaria, viv
Page 32 and 33:
—Todos mis Tintines. No sé si ha
Page 34 and 35:
por la estación de policía de la
Page 36 and 37:
yo sentía su respaldo, su defensa,
Page 38 and 39:
solo en tu perro y también por eso
Page 40 and 41:
Obedecí como pude y Fobos se lanz
Page 42 and 43:
fuera un apartamento independiente.
Page 44 and 45:
3 Cuando terminé de leer, tenía l
Page 46 and 47:
sospechar lo que el animal había s
Page 48 and 49:
Salí hasta la entrada y, cuando es
Page 50 and 51:
¿Qué debo hacer? ¿Cuál es el ca
Page 52 and 53:
abuela. Quizás era cierto, pero no
Page 54 and 55:
Toqué el timbre y me abrió la pue
Page 56 and 57:
comprado un barco… —¿Y nunca l
Page 58 and 59:
quiénes eran mis verdaderos padres
Page 60 and 61:
dóberman color café. Un cachorro
Page 62 and 63:
CAPÍTULO II − EL ENMASCARADO SE
Page 64 and 65:
Page 66 and 67:
2. Querido León, Aquí estoy otra
Page 68 and 69:
entorpecía cualquier movimiento á
Page 70 and 71:
y convertirse en cisnes. ¿Cómo su
Page 72 and 73:
subversivo. En contraposición a la
Page 74 and 75:
No sabes la tristeza tan grande que
Page 76 and 77:
Ulises en adelante, mis héroes pre
Page 78 and 79:
supura todo el tiempo. Dumas se rec
Page 80 and 81:
indigente callejero, un vagabundo m
Page 82 and 83:
conducir mi vida hacia donde mis le
Page 84 and 85:
empezarán a eludirte y a mirarte c
Page 86 and 87:
otellas de alcohol, amigas insepara
Page 88 and 89:
empezar a consumir todos los días.
Page 90 and 91:
mismo hombre empezando a perder la
Page 92 and 93:
permanente, de angustia, de sudorac
Page 94 and 95:
esa comunidad de lectores que leía
Page 96 and 97:
agentes confesó más tarde que cua
Page 98 and 99:
sabido conducir sus fuerzas en la d
Page 100 and 101:
entorno agresivo que ha humillado o
Page 102 and 103:
pasando, como si le costara mucho t
Page 104 and 105:
amigo mío estaba quizás un poco o
Page 106 and 107:
ahí, frente a mí, y yo sentía qu
Page 108 and 109:
Nagasaki habían muerto carbonizada
Page 110 and 111:
alterarla más de lo que ya estaba
Page 112 and 113:
conversar… Imagínate, tú charla
Page 114 and 115:
donde solía parquear el carro. Las
Page 116 and 117:
Ella creyó que se trataba de una m
Page 118 and 119:
porque en realidad soñaba con algu
Page 120 and 121:
teléfono y que él no tenía la me
Page 122 and 123:
Dije que sí y ella me indicó el p
Page 124 and 125:
Unos días después, consulté en l
Page 126 and 127:
salieran, sí, pero no tuvieron tie
Page 128 and 129:
fotocopias del diario de Ana Valenc
Page 130 and 131:
Page 132 and 133:
—Es mejor que hable usted mismo c
Page 134 and 135: entonces llegó el vandalismo, los
Page 136 and 137: grupo, de eso no había duda. Ahora
Page 138 and 139: www.lectulandia.com - Página 138
Page 140 and 141: www.lectulandia.com - Página 140
Page 142 and 143: sincerara conmigo. Solo me dijo que
Page 144 and 145: me desdoblé y me subdividí. Me en
Page 146 and 147: imbecilidad que los convierte en se
Page 148 and 149: navegar en la Deep Web me generó o
Page 150 and 151: ¿Recuerdas que te hablé en la car
Page 152 and 153: tambaleante y con náuseas. Ya en l
Page 154 and 155: un gesto que no sé si entendiste,
Page 156 and 157: ebriedad. El resultado: el joven sa
Page 158 and 159: terminemos con el mismo rostro de a
Page 160 and 161: tiempo extra. —¿Y no te gustarí
Page 162 and 163: —. Salió en la prensa y en los n
Page 164 and 165: pared (lo usaba como arma de defens
Page 166 and 167: habían enseñado que una vida vale
Page 168 and 169: limitaciones. Hubo un silencio larg
Page 170 and 171: endí. En el fondo, lo disfrutaba,
Page 172 and 173: explicación a la lucha de estos in
Page 174 and 175: puñados a lo largo de la historia
Page 176 and 177: Creo, viejo, que la distancia a la
Page 178 and 179: supuesto, una cosa son los planes e
Page 180 and 181: piloteando mi Nautilus II en busca
Page 182 and 183: —Claro que sí. Ya voy para allá
show all

La melancolia de los feos - Mario Mendoza

Create successful ePaper yourself

Delete template?

Save as template?