Obras completas II.pdf - la tertulia de la granja
Obras completas II.pdf - la tertulia de la granja
Obras completas II.pdf - la tertulia de la granja
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
“<strong>Obras</strong> <strong>completas</strong> <strong>II</strong>” <strong>de</strong> Rafael Barrett<br />
Piensen ahora que no hay nación que no posea sus generales Keim. Piensen en los millones <strong>de</strong><br />
consumidores <strong>de</strong>l p<strong>la</strong>neta, dispuestos a arruinarse y a matarse entre sí para continuar pagando<br />
seis, y no cinco. Pero les calumnio. Somos muchos los candidatos al asilo <strong>de</strong>l general. Y<br />
seremos más; seremos tantos, que no habrá sitio don<strong>de</strong> encerrarnos. No habrá sitio ni <strong>de</strong>ntro ni<br />
fuera. Estaremos en todas partes. Al general Keim no le agrada <strong>la</strong> paz. Es muy lógico. La paz<br />
es tan funesta a los generales como <strong>la</strong> guerra a los que no lo son. Sin embargo, allá en <strong>la</strong> línea<br />
luminosa <strong>de</strong>l horizonte, allá don<strong>de</strong> nuestros cortos pasos no nos llevarán nunca, allá en el<br />
inaccesible mañana, ¿no podría el general Keim colocar <strong>la</strong>s bel<strong>la</strong>s realida<strong>de</strong>s que le molestan<br />
hoy? Un señor que entendía <strong>de</strong> milicia dijo una vez a su amigo Luigi Fontanes:<br />
“Fontanes, ¿sabe usted lo que más admiro? Es <strong>la</strong> impotencia <strong>de</strong> <strong>la</strong> fuerza para organizar algo.<br />
No hay más que dos potencias en el mundo: el sable y el espíritu. Y a <strong>la</strong> <strong>la</strong>rga, el sable es<br />
siempre vencido por el espíritu”.<br />
Por cierto que ese señor estuvo en Jena… Era Napoleón.<br />
HORMIGAS<br />
¿Qué le han hecho <strong>la</strong>s hormigas a Mr. Henry Hill? Ha dado una serie <strong>de</strong> conferencias en <strong>la</strong><br />
London Institution negando a los maravillosos insectos el uso <strong>de</strong> <strong>la</strong> razón. Mr. Hill no les<br />
conce<strong>de</strong> sino el instinto. Mediante esta pa<strong>la</strong>bra, cómo por lo in<strong>de</strong>finible, los disertadores <strong>de</strong> <strong>la</strong><br />
vieja escue<strong>la</strong> intentan <strong>de</strong> cuando en cuando relegar a los animales al automatismo cartesiano.<br />
Les parece todavía una b<strong>la</strong>sfemia <strong>de</strong>cir que hay en el mundo otras inteligencias que <strong>la</strong><br />
inteligencia humana. Les horripi<strong>la</strong> complicar <strong>la</strong>s cosas y añadir algo al antiguo elenco <strong>de</strong> <strong>la</strong><br />
comedia universal: Dios, <strong>la</strong> criatura hecha a su imagen y <strong>de</strong>más accesorios. Si <strong>la</strong>s hormigas<br />
razonan, ¿a dón<strong>de</strong> vamos? ¿Acabaremos por incluir <strong>la</strong>s bestias en nuestra <strong>de</strong>mocracia?<br />
Sin embargo, es difícil <strong>de</strong>scartar <strong>la</strong> hipótesis evolucionista. Dentro <strong>de</strong> el<strong>la</strong>, c<strong>la</strong>ro es que todo se<br />
adquiere, y que es imposible establecer una distinción esencial entre <strong>la</strong> inteligencia y el instinto.<br />
Para vivir, y sobre todo para “empezar a vivir” y para “variar <strong>la</strong> vida”, único medio <strong>de</strong><br />
conservar<strong>la</strong>, preciso es <strong>la</strong> aptitud <strong>de</strong> experimentar continuamente y <strong>de</strong> incorporar al organismo<br />
los resultados útiles <strong>de</strong> <strong>la</strong> experiencia. Esta aptitud, en su aspecto electivo, explorador, curioso,<br />
múltiple, inspirado, es inteligente; en su aspecto firme, rápido, resuelto, simple, obstinado, es<br />
instintiva. El instinto afirma, <strong>la</strong> inteligencia duda. El instinto es lo viejo, <strong>la</strong> inteligencia es lo<br />
nuevo. El instinto es el pasado, <strong>la</strong> inteligencia es lo futuro. El instinto es inteligencia archivada, y<br />
<strong>la</strong> inteligencia, instinto en formación. Y como al principio todo era futuro, todo era inteligencia.<br />
En los orígenes el genio fue más indispensable que nunca. Se podrá morir mecánicamente,<br />
pero no se nace sin un golpe <strong>de</strong> genio. He aquí lo poco que nos es dable suponer sobre el<br />
asunto, si no queremos resignarnos a admitir que los dramas <strong>de</strong> Shakespeare estaban íntegros<br />
ya en <strong>la</strong> ge<strong>la</strong>tina amorfa que por vez primera se cuajó en el seno <strong>de</strong> los mares.<br />
¡Negar inteligencia a <strong>la</strong>s hormigas, cuya existencia complicadísima está llena <strong>de</strong> insólitos<br />
conflictos, sabiamente estudiados y resueltos! Las hormigas -c<strong>la</strong>sificadas en dos mil especies-<br />
son arquitectas, ingenieras, agricultoras, médicas y militares. La división <strong>de</strong>l trabajo en sus<br />
ciuda<strong>de</strong>s es un prodigio. Su or<strong>de</strong>n social es <strong>de</strong> una incomparable perfección. Tienen esc<strong>la</strong>vos.<br />
Tienen rebaños. Han domesticado cerca <strong>de</strong> seiscientos animales diferentes. Horticultoras,<br />
cultivan varias c<strong>la</strong>ses <strong>de</strong> hongos. Protegen <strong>de</strong> los cambios atmosféricos a sus crías. Practican<br />
<strong>la</strong> higiene y <strong>la</strong> antisepsia. Se cree que por un sistema especial <strong>de</strong> nutrición han conseguido<br />
provocar a <strong>de</strong>tener el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong>l sexo <strong>de</strong> <strong>la</strong>s <strong>la</strong>rvas – (Harn). Han alcanzado una<br />
<strong>de</strong>smesurada longevidad…<br />
120