26.04.2013 Views

Obras completas II.pdf - la tertulia de la granja

Obras completas II.pdf - la tertulia de la granja

Obras completas II.pdf - la tertulia de la granja

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

“<strong>Obras</strong> <strong>completas</strong> <strong>II</strong>” <strong>de</strong> Rafael Barrett<br />

Don Angel. – El daño era antiguo, don Tomás; bajemos a <strong>la</strong>s raíces y compren<strong>de</strong>remos por qué<br />

en el caso que usted cuenta el éxito fue <strong>de</strong>sastroso.<br />

Don Tomás. – (Resignado). Bajemos a <strong>la</strong>s raíces.<br />

Don Angel. – ¿Quién trajo el zorzal? ¿Qué edad tenía? ¿Cómo lo robaron?<br />

Don Tomás bosteza.<br />

EL PADRE GONZALO<br />

Don Justo. – ¿Uste<strong>de</strong>s sabían que le P. Gonzalo había colgado los hábitos?<br />

Don Tomás. – Me suena ese nombre.<br />

Don Justo. – ¿Y que acaba <strong>de</strong> casarse en medio <strong>de</strong> <strong>la</strong>s ovaciones <strong>de</strong> <strong>la</strong> masonería?<br />

Don Angel. – Ha querido cambiar una paternidad por otra.<br />

Don Justo. – Sí. Ha dicho que <strong>de</strong>seaba consagrarse a <strong>la</strong> vida <strong>de</strong>l hogar, lo cual es también una<br />

religión.<br />

Don Tomás. – Hogar, el fuego siempre encendido, el altar <strong>de</strong> <strong>la</strong> familia.<br />

Don Justo. – Exacto. El culto doméstico es anterior al paganismo, y ha fundado <strong>la</strong> propiedad en<br />

Grecia y en Roma. Fustel <strong>de</strong> Cou<strong>la</strong>nges…<br />

Don Angel. – ¡Por piedad!<br />

Don Justo. – El P. Gonzalo ha retrocedido, pues, algunos siglos. Supongo, sin embargo, que<br />

consi<strong>de</strong>ra el matrimonio más prosaicamente.<br />

Don Angel. – No disminuya usted al P. Gonzalo. Tal vez ha procedido con sinceridad.<br />

Don Justo. – Sin duda, sin duda. No discuto <strong>la</strong>s personas, no <strong>la</strong>s conozco. Pero el renegado<br />

repele, hasta los ateos. Y nadie niega que hubo y hay renegados sin doblez. ¿Por qué son tan<br />

antipáticos? ¿Inspiran <strong>de</strong>sconfianza por haber fracasado, muti<strong>la</strong>ndo su existencia, o por no<br />

haber podido cumplir <strong>la</strong>s promesas <strong>de</strong> su juventud? El renegado falta a su pa<strong>la</strong>bra. Su conducta<br />

no es viril.<br />

Don Angel. – ¿Por haber roto sus votos, hemos <strong>de</strong> creer al P. Gonzalo capaz <strong>de</strong> no <strong>de</strong>volver el<br />

dinero que le presten?<br />

Don Tomás. – La fe no es razonable. Consiste en dar crédito a lo que no vimos, a lo contrario<br />

<strong>de</strong> lo que vimos. Un hombre es empujado a <strong>la</strong> Iglesia por su temperamento, por su vocación,<br />

por <strong>la</strong> gracia. Y sí como ninguna lógica lo condujo a ser sacerdote, ninguna le conducirá a <strong>de</strong>jar<br />

<strong>de</strong> serlo. El renegado ha mentido antes o <strong>de</strong>spués, o ha cometido sobre su propio organismo un<br />

error imperdonable por lo enorme. Es cierto que aún queda un caso, el vuelco fulminante <strong>de</strong>l<br />

alma, <strong>la</strong> conversión a <strong>la</strong> inversa, el rayo <strong>de</strong> <strong>la</strong> negación, tan rápido a veces como el rayo <strong>de</strong> <strong>la</strong><br />

fe.<br />

81

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!