Obras completas II.pdf - la tertulia de la granja
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“<strong>Obras</strong> <strong>completas</strong> <strong>II</strong>” <strong>de</strong> Rafael Barrett<br />
De ahí, <strong>de</strong> los compañeros que no sabían apenas escribir para el público, pero que manejaban<br />
i<strong>de</strong>as tan gran<strong>de</strong>s, tan hermosas, sacó Barrett ese respirar <strong>de</strong> gran<strong>de</strong>za y profundidad, el c<strong>la</strong>ro<br />
cristal <strong>de</strong> agua <strong>de</strong> su obra, que hizo <strong>de</strong>spués y que ha quedado en sus libros. “Ahora sí -<strong>de</strong>cía-,<br />
ya sé lo que tengo que hacer. Aún puedo sacar un gran partido <strong>de</strong> mi vida enferma”. Los amó y<br />
los quiso mucho. Fueron sus compañeros.<br />
A un compañero <strong>de</strong> éstos dio <strong>la</strong>s únicas explicaciones que están contenidas en esta carta, y<br />
cuya copia nos ha facilitado éste, sobre su entrada en una iglesia, que le reprocharon los diarios<br />
y, principalmente una revista anticlerical titu<strong>la</strong>da El Alba. Rechazó respon<strong>de</strong>r a toda persona<br />
que creyera tener más <strong>de</strong>recho por su significación social burguesa, y dio todas <strong>la</strong>s<br />
explicaciones a un compañero. En el<strong>la</strong>s campea una <strong>de</strong> <strong>la</strong>s facetas <strong>de</strong>l espíritu <strong>de</strong> Barrett, <strong>de</strong> su<br />
alta libertad interior, sin <strong>de</strong>jar <strong>de</strong> marchar por <strong>la</strong> línea seguida siempre. (T. Antilli, <strong>de</strong> La Obra,<br />
noviembre 5 <strong>de</strong> 1917).<br />
He aquí <strong>la</strong> carta:<br />
Estimado compañero: Hoy, al mismo tiempo que a usted, escribo a Bertani, recomendándole su<br />
pedido. Creo habrá salido ya a luz <strong>la</strong> primera edición <strong>de</strong> Moralida<strong>de</strong>s actuales, pues así se titu<strong>la</strong><br />
el libro.<br />
Con respecto a <strong>la</strong>s publicaciones <strong>de</strong> que usted me hab<strong>la</strong> en su carta, no he querido <strong>de</strong>fen<strong>de</strong>rme<br />
ni dar explicaciones a nadie, pues estando seguro <strong>de</strong> <strong>la</strong> bondad <strong>de</strong> mis actos en cuanto a <strong>la</strong>s<br />
i<strong>de</strong>as que profeso, no me molestan los <strong>de</strong>sahogos <strong>de</strong> gentes interesadas en hostilizarme. A<br />
usted se lo explicaré, por ser un mo<strong>de</strong>sto compañerito <strong>de</strong> acciones más nobles que <strong>la</strong>s <strong>de</strong><br />
algunos <strong>de</strong> mucho título. Sucedió así:<br />
Un día, paseando con mi compañera, pasamos frente a <strong>la</strong> capil<strong>la</strong> <strong>de</strong> San Bernardino, y como<br />
tenía <strong>de</strong>seos <strong>de</strong> oír algunos aires <strong>de</strong> Beethoven, penetramos al templo, y me senté a tocar el<br />
armonium. ¿Qué <strong>de</strong> extraño tenía que yo entrara a <strong>la</strong> iglesia a gozar <strong>de</strong> <strong>la</strong> música? Zo<strong>la</strong> visitó al<br />
Papa. También he tocado el piano en los prostíbulos, mientras mis compañeros, menos castos<br />
que yo, se entretenían allá a<strong>de</strong>ntro con <strong>la</strong>s pupi<strong>la</strong>s. Pero los <strong>de</strong> El Diario, que no pue<strong>de</strong>n tolerar<br />
que un hambriento como yo, ¿verdad?, les rechazara sus pesos negándome a co<strong>la</strong>borar en un<br />
órgano convertido en oficial <strong>de</strong> <strong>la</strong> situación imperante, aprovecharon esa oportunidad para<br />
vengarse.<br />
En cuanto a los <strong>de</strong> El Alba, a los cuales consi<strong>de</strong>ro clericales al revés, no quise obe<strong>de</strong>cer a su<br />
citación. ¿Quién son ellos para l<strong>la</strong>marme a <strong>de</strong>c<strong>la</strong>rar?<br />
Como usted bien dice, el buen concepto <strong>de</strong> <strong>la</strong> libertad será <strong>la</strong> base en que <strong>de</strong>scansará <strong>la</strong><br />
armonía <strong>de</strong> <strong>la</strong> sociedad <strong>de</strong>l porvenir.<br />
En cuanto a mi salud, el buen <strong>de</strong>seo <strong>de</strong> Vera le hace verme mejor, pero <strong>la</strong> realidad no es así.<br />
Contra <strong>la</strong> integridad <strong>de</strong> mis pulmones, el mal progresa en su obra <strong>de</strong>structora.<br />
----------<br />
Estoy preparando un folleto sobre <strong>la</strong> Argentina, y como he tenido noticias <strong>de</strong> un atentado en el<br />
Colón, necesito los números <strong>de</strong> La Prensa y La Nación <strong>de</strong> esos días, don<strong>de</strong> se ha publicado <strong>la</strong><br />
Ley social recientemente sancionada y datos y consi<strong>de</strong>raciones sobre aquel suceso. Le<br />
agra<strong>de</strong>ceré me envíe los ejemp<strong>la</strong>res inmediatamente.<br />
Afectos para los compañeros. Rafael Barrett.<br />
San Bernardino, junio 20 <strong>de</strong> 1910.<br />
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