Obras completas II.pdf - la tertulia de la granja
Obras completas II.pdf - la tertulia de la granja
Obras completas II.pdf - la tertulia de la granja
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
“<strong>Obras</strong> <strong>completas</strong> <strong>II</strong>” <strong>de</strong> Rafael Barrett<br />
lejos <strong>de</strong> continuar <strong>la</strong> política flexible <strong>de</strong> León X<strong>II</strong>I, se obstina en subrayar los dogmas menos<br />
dignos <strong>de</strong> excusa. Niega <strong>la</strong> sepultura cristiana a quien no haya confesado y comulgado, y lo<br />
curioso es que, <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l dogma, se ingenia en asegurar los recursos pecuniarios <strong>de</strong> <strong>la</strong> Iglesia,<br />
permitiendo, por ejemplo, <strong>la</strong> cremación <strong>de</strong> los cadáveres, y favoreciendo a <strong>la</strong> compañía <strong>de</strong><br />
Jesús, hábil banquera, <strong>la</strong> cual, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> <strong>la</strong> constitución Sacrorum antitistum, que prohibía<br />
diarios y revistas en seminarios y conventos, es obsequiada con el monopolio <strong>de</strong> esa misma<br />
prensa, gracias a un escrito pontifical. Está bien… pero, ¿por qué no <strong>de</strong>jar dormir -y morir- los<br />
dogmas anacrónicos, <strong>de</strong> los que nadie se ocupa, ni siquiera para refutarlos? ¿Acaso <strong>la</strong> Iglesia<br />
no se ha transformado, añadiéndolos, hasta en el siglo XIX, como el <strong>de</strong> <strong>la</strong> Inmacu<strong>la</strong>da<br />
Concepción (1854) y el <strong>de</strong> <strong>la</strong> Inefabilidad (1870)? Que se transforme abandonando los más<br />
intolerables…<br />
Pío X no lo entien<strong>de</strong> así. ¡Tipo dramático el <strong>de</strong> este Papa, remachando con furia los c<strong>la</strong>vos que<br />
fijan el catolicismo a <strong>la</strong>s eda<strong>de</strong>s muertas! Algunos car<strong>de</strong>nales obe<strong>de</strong>cen <strong>de</strong> ma<strong>la</strong> gana. Uno <strong>de</strong><br />
ellos <strong>de</strong>cía:<br />
– Nuestro Santo padre peca sobre todo <strong>de</strong> una leve ceguera que le impi<strong>de</strong> ver y juzgar con tino<br />
<strong>la</strong>s ten<strong>de</strong>ncias <strong>de</strong> nuestro tiempo. ¡Ah! Quiera Dios abrirle los ojos… o cerrárselos -añadió<br />
dulcemente.<br />
JUVENTUD DEL PESIMISMO<br />
En <strong>la</strong> literatura universal, <strong>la</strong>s fórmu<strong>la</strong>s <strong>de</strong> optimismo, <strong>de</strong> esperanza, envejecen pronto. Se nota<br />
que por lo común están vincu<strong>la</strong>das a sistemas religiosos, a circunstancias históricas, a modas<br />
intelectuales, a series, en fin, <strong>de</strong> aspectos efímeros. Pero <strong>la</strong>s expresiones <strong>de</strong> negación, <strong>de</strong><br />
ironía, <strong>de</strong> pesimismo, conservan una maravillosa frescura. Se diría que se mantienen por sí<br />
so<strong>la</strong>s, ais<strong>la</strong>das <strong>de</strong> lo contingente, como apoyadas en secreto por una realidad inmutable. No<br />
abrimos <strong>la</strong> Biblia sin dar un vistazo a los versículos <strong>de</strong>l Eclesiastés o <strong>de</strong> los Proverbios, porque<br />
Salomón es un crítico -el único <strong>de</strong> <strong>la</strong> antigüedad hebrea-. Oigan esto:<br />
“El pobre es odioso aún a su amigo. -Quien alza su portada, busca su ruina-. Volvemos a<br />
nuestra fatuidad como el perro a su vómito. -No seas <strong>de</strong>masiado sabio (¿ven <strong>la</strong> sonrisa <strong>de</strong><br />
Anatole France?)… quien aña<strong>de</strong> ciencia, aña<strong>de</strong> dolor-. Aborrecí <strong>la</strong> vida (Espronceda)…; el hijo<br />
<strong>de</strong>l hombre y el animal tienen <strong>la</strong> misma historia (Darwin)…; tienen <strong>la</strong> misma respiración.<br />
-Alégrate mientras vives en <strong>la</strong> luz, pues los días <strong>de</strong> tinieb<strong>la</strong>s serán numerosos-. A<strong>la</strong>bo a los<br />
muertos más que los vivos, y más que a todos ellos al que todavía no fue”.<br />
Es, casi literalmente, lo que han dicho los griegos (Teognis, Sófocles): “lo mejor es no nacer, y<br />
una vez nacido, volver lo antes posible al lugar <strong>de</strong> don<strong>de</strong> se nos trajo”.<br />
Hace poco, se leía en algunas revistas inglesas estrofas por el estilo <strong>de</strong> <strong>la</strong>s siguientes:<br />
“¡Ay, amor mío!, llena <strong>la</strong> copa que libra al Hoy <strong>de</strong> <strong>la</strong>s pasadas añoranzas y <strong>de</strong> los temores<br />
futuros… ¿Mañana?... tal vez mañana perteneceré yo mismo a los siete mil años <strong>de</strong>l Ayer.<br />
“Algunas veces pienso que nunca florece tan roja <strong>la</strong> rosa como don<strong>de</strong> sangra algún César<br />
enterrado (no, no es Shakespeare); que cada Jacinto que adorna el jardín ha salido en su<br />
regazo <strong>de</strong> alguna cabeza en otro tiempo amable. Y esta <strong>de</strong>liciosa yerba, sobre <strong>la</strong> cual yacemos,<br />
cuyo ver<strong>de</strong> tierno f<strong>la</strong>nquea <strong>la</strong> oril<strong>la</strong> <strong>de</strong>l río… ¡Ah! apoyémonos en el<strong>la</strong> suavemente, porque<br />
¡quién sabe <strong>de</strong> qué <strong>la</strong>bio invisible y en otro tiempo amable brota!<br />
137