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IV Congreso Nacional de Enfermería de Trasplantes - Union-Web

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quedarán también cautivados por la belleza <strong>de</strong> su capital, una ciudad monumental, La Valleta, fundada por Juan<br />

<strong>de</strong> la Vallete, tras el terrible sitio <strong>de</strong> 1565, una ciudad preciosa. Y entre los muchos edificios monumentales que<br />

allí quedaron está el hospital, la sacra enfermería que hoy es precisamente la se<strong>de</strong> <strong>de</strong> un centro <strong>de</strong> comunicación<br />

muy importante y que en su época fue uno <strong>de</strong> los hospitales mas importantes <strong>de</strong>l mediterráneo; muy bien conocido<br />

este, y sin lugar a dudas, uno <strong>de</strong> los mayores ya que disponía <strong>de</strong> 560 camas, que en época <strong>de</strong> necesidad, era<br />

aumentado sin agobios a 900. Su sala principal que es hoy el salón <strong>de</strong> actos, <strong>de</strong> 153 m. <strong>de</strong> larga. Pero no era el<br />

único hospital <strong>de</strong> Malta, había varios especializados. En concreto <strong>de</strong>stacaban los lazaretos (<strong>de</strong>stacan porque también<br />

se conservan) ya que la preocupación por la salud pública les indujo en la práctica <strong>de</strong> la cuarentena a cualquiera<br />

<strong>de</strong> los barcos que llegaban, mucho antes <strong>de</strong> que lo hicieran las naciones <strong>de</strong> Europa.<br />

Lo que mas llamaba la atención <strong>de</strong> estos hospitales a los que he hecho referencia era la organización, que<br />

empezó en aquel Hospital <strong>de</strong> Jerusalén <strong>de</strong>l siglo XI-XII que fue el mo<strong>de</strong>lo para todos los posteriores.<br />

No han llegado hasta nosotros las instrucciones dictadas por el fundador, pero si que tenemos los <strong>de</strong> su sucesor<br />

Ramón <strong>de</strong> Puy, con fecha <strong>de</strong> 1153, así como los estatutos <strong>de</strong> 1181 que constituyen la consolidación <strong>de</strong> todo<br />

un mo<strong>de</strong>lo asistencial, que cobra su significado como les <strong>de</strong>cía, si nos damos cuenta <strong>de</strong> que eran escritos a<br />

comienzos <strong>de</strong>l siglo XII, cuando en el occi<strong>de</strong>nte cristiano no existía nada similar. En nuestro país, piensen, todavía<br />

no se ha reconquistado Zaragoza, por poner un ejemplo y mucho tiempo antes <strong>de</strong> que la Escuela <strong>de</strong> Salerno<br />

abriera la medicina para el camino <strong>de</strong> la ciencia, en un mundo todavía profundamente medieval, en el que brilla<br />

con luz propia la labor <strong>de</strong> la Or<strong>de</strong>n. En esos momentos, como es lógico, tanta importancia tenía la curación <strong>de</strong>l<br />

cuerpo como la <strong>de</strong>l alma. En aquella mentalidad <strong>de</strong> entonces tan importante era sanar la vida <strong>de</strong>l enfermo como<br />

salvar su alma. De ahí el interés, las recomendaciones que se daba a todos los que acogían al enfermo para que,<br />

si era posible, confesase y comulgase antes <strong>de</strong> ser conducido al lecho don<strong>de</strong> recibía la visita periódica <strong>de</strong>l capellán,<br />

por supuesto, y don<strong>de</strong> en aquellas gran<strong>de</strong>s salas se rezaba cada noche <strong>de</strong> manera comunitaria una oración,<br />

Una oración, bellísima, cuya versión original conservamos y se ha continuado rezando mientras ha habido hospitales<br />

<strong>de</strong> la Or<strong>de</strong>n, los hay todavía pero ya no se hace <strong>de</strong> esta forma, en la que se hablaba <strong>de</strong> los Reyes <strong>de</strong> España,<br />

<strong>de</strong> los reyes <strong>de</strong> entonces, sobre el Reino <strong>de</strong> Jerusalén, que como uste<strong>de</strong>s saben es uno <strong>de</strong> los títulos <strong>de</strong> nuestro<br />

monarca. Pero junto a estas normas <strong>de</strong> tipo espiritual, la atención a los enfermos, pue<strong>de</strong> ser clasificada <strong>de</strong> exquisita<br />

para la época. Piensen uste<strong>de</strong>s que ya en 1586 se introdujo lo que se llamó «el privilegio <strong>de</strong>l pan blanco para<br />

los enfermos». Todos los enfermos hospitalizados <strong>de</strong>bían recibir únicamente pan <strong>de</strong> trigo. Esto parece sorpren<strong>de</strong>nte<br />

referido así, pero en aquella época, el pan <strong>de</strong> trigo era una cosa al alcance <strong>de</strong> muy pocas personas.<br />

En 1181, el Gran Maestre Roger <strong>de</strong> Moulins, reguló otros muchos aspectos referidos al hospital, entre los que<br />

<strong>de</strong>stacaban algo que les pue<strong>de</strong> llamar la atención: que cada enfermo tuviera su propia cama. Les recuerdo que<br />

en España, al igual que en todos los países, hasta el siglo XVI, los lechos <strong>de</strong> los enfermos eran unas tarimas <strong>de</strong><br />

ma<strong>de</strong>ra corrida, don<strong>de</strong> se colocaban a los enfermos uno junto a otro y que cuando había lechos individuales, no<br />

se sorprendan, eran utilizados para dos pacientes, o que juntando dos camas, se alojaban tres. Esto era lo habitual<br />

dada la escasez <strong>de</strong> recursos. La Or<strong>de</strong>n manda, en 1181 y cumple escrupulosamente que jamás se use un<br />

enfermo sino en una sola cama, y establece su dotación: dos sábanas, cubrecama, manta y a<strong>de</strong>más establece la<br />

obligatoriedad <strong>de</strong> poner cunas para los niños que nacen en el hospital, que son retirados <strong>de</strong> las madres para evitar<br />

que sean aplastados mientras duermen, un riesgo frecuente, y que no se hizo hasta épocas mocho mas avanzados<br />

en el resto <strong>de</strong> los hospitales. Por otra parte, a cada enfermo acogido, y sigo hablando <strong>de</strong>l siglo XII, se les<br />

daban una pelliza, una especie <strong>de</strong> babuchas o botas <strong>de</strong> calza y un bonete <strong>de</strong> lana, lo que <strong>de</strong>muestra el nivel asistencial<br />

en un centro en el que se cuidaba <strong>de</strong> manera especial la dieta, ya que a<strong>de</strong>más <strong>de</strong>l pan blanco, se regulaba<br />

que tres veces a la semana, se les diese carne fresca, ya fuese <strong>de</strong> cerdo o carnero y solamente cuando no fuera<br />

posible, se permitía matar una gallina para dos enfermos. Un caldo <strong>de</strong>l que ya se sabía sus propieda<strong>de</strong>s beneficiosas.<br />

Un aspecto que ha sido muy comentado por lo llamativo es el hecho <strong>de</strong> que el servicio <strong>de</strong> mesa <strong>de</strong> los enfermos<br />

en los hospitales <strong>de</strong> la Or<strong>de</strong>n era <strong>de</strong> plata, tan importante que cuando las tropas <strong>de</strong> Napoleón, entonces<br />

General Bonaparte, acaban con la presencia <strong>de</strong> la Or<strong>de</strong>n y saquean la isla <strong>de</strong> Malta, uno <strong>de</strong> los tesoros que se llevan,<br />

por cierto <strong>de</strong>spués hundido por Nelson en Egipto, que es a don<strong>de</strong> iban, fue la gran vajilla <strong>de</strong>l Hospital.<br />

Se conservan muy poquitas piezas, algunas <strong>de</strong> ellas en el Hospital <strong>de</strong> Malta, que contrastan <strong>de</strong>cisivamente con<br />

aquellas escudillas <strong>de</strong> barro o <strong>de</strong> ma<strong>de</strong>ra que eran el equipamiento habitual en cualquier casa, pero se explica<br />

por qué <strong>de</strong> plata: porque con aquella mentalidad, si los enfermos son nuestros señores, tienen que tener la vajilla<br />

a la que un señor se hace acreedor. Se dan cuenta a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> que son muchísimo mas limpias, pero a<strong>de</strong>más<br />

se dan cuenta <strong>de</strong> que cuando se estropea la plata, y esto es muy posterior, tiene efectos beneficiosos antisépticos.<br />

En el siglo XII, pensar esto casi sería ridículo, pero si se <strong>de</strong>stacó la facilidad <strong>de</strong> la limpieza en comparación con<br />

aquellas escudillas <strong>de</strong> barro o <strong>de</strong> ma<strong>de</strong>ra.<br />

ANALES DE LA ENFERMERÍA. PRIMER HOSPITAL: SAN JUAN DE JERUSALÉN — Manuel García Arribas 63

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