las reformas al sistema de justicia penal - ILANUD
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Otro gran tema <strong>de</strong> la jurispru<strong>de</strong>ncia interamericana, muy frecuentemente abordado, es la privación<strong>de</strong> la libertad, sea preventiva, sea punitiva. Como sabemos, existen diversas categorías <strong>de</strong> privación <strong>de</strong> l<strong>al</strong>ibertad: la que se aplica, en el curso <strong>de</strong>l proceso, mientras el tribun<strong>al</strong> dicta sentencia; ésta tiene carácterpreventivo o precautorio, y la que se dispone y ejecuta con fines <strong>de</strong> punición; pena <strong>de</strong> prisión, en sentidoestricto.En torno a estas medidas, la jurispru<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> la Corte ha examinado cuatro conceptos básicos.Sobre ellos gira el criterio <strong>de</strong>l tribun<strong>al</strong> a propósito <strong>de</strong> la privación <strong>de</strong> libertad en la mayoría <strong>de</strong> loscasos que ha an<strong>al</strong>izado. En este sentido, <strong>de</strong>staca la exigencia <strong>de</strong> condiciones <strong>de</strong> vida digna durante lareclusión, requisito para que la prisión preventiva y la prisión punitiva sean admisibles en el marco <strong>de</strong>la protección <strong>de</strong> los <strong>de</strong>rechos humanos. También es preciso retraer <strong>las</strong> medidas <strong>de</strong> coerción sobre losreclusos y <strong>de</strong>tenidos; sólo son admisibles <strong>las</strong> que resulten absolutamente necesarias, sin extremar laintensidad y <strong>las</strong> implicaciones <strong>de</strong> la privación <strong>de</strong> libertad.En tercer término, el trato gener<strong>al</strong> <strong>de</strong> los reclusos ha <strong>de</strong> tomar en cuenta que éstos integranun grupo humano especi<strong>al</strong>mente vulnerable. Bajo esta certeza, que no requiere <strong>de</strong>mostración, han <strong>de</strong>fincarse <strong>las</strong> medidas <strong>de</strong> diverso género que caracterizan la vida en prisión. En cuarto término -que podríaser el primero-- figura la asignación <strong>al</strong> Estado <strong>de</strong> una condición especi<strong>al</strong> <strong>de</strong> garante <strong>de</strong> los <strong>de</strong>rechos <strong>de</strong>quienes se h<strong>al</strong>lan privados <strong>de</strong> libertad. Correspon<strong>de</strong> a aquél respetar y garantizar los <strong>de</strong>rechos humanos<strong>de</strong> todas <strong>las</strong> personas sujetas a su jurisdicción. Estos <strong>de</strong>beres asumen perfil propio cuando se proyectansobre personas privadas <strong>de</strong> la libertad.El Estado <strong>de</strong>be generar, propiciar, favorecer condiciones razonables para que se <strong>de</strong>senvuelv<strong>al</strong>a vida individu<strong>al</strong> y colectiva. Esto no significa que el po<strong>de</strong>r público nos “tome <strong>de</strong> la mano en todo elcamino que va <strong>de</strong> la cuna a la tumba”, como fuera la divisa --rescatable, por supuesto-- <strong>de</strong>l Estadosoci<strong>al</strong>, respondiendo por todo lo que ocurra, en cu<strong>al</strong>esquiera circunstancias, a todos los individuos. Nosería razonable <strong>de</strong>positar en el Estado tan amplia y pesada responsabilidad.Ahora bien, en la medida en que el po<strong>de</strong>r público priva <strong>de</strong> libertad a una persona, regulaminuciosamente su existencia, sustituye su voluntad por <strong>de</strong>cisiones <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r, como acontece en unaprisión para adultos o para menores o en un centro <strong>de</strong> internamiento para enfermos ment<strong>al</strong>es, que son“instituciones tot<strong>al</strong>es”, el Estado asume una relación singular con esas personas, un <strong>de</strong>ber específico <strong>de</strong>garantía <strong>de</strong> sus <strong>de</strong>rechos, que los interesados no pue<strong>de</strong>n ejercer y <strong>de</strong>sarrollar por sí mismos. Se profundiza,pues, la situación <strong>de</strong> garante <strong>de</strong>l Estado.Es evi<strong>de</strong>nte que el preso o el enfermo ment<strong>al</strong> recluído no pue<strong>de</strong>n tomar <strong>de</strong>cisiones por sí mismos,regular su propio régimen <strong>de</strong> vida, trabajo, educación, <strong>al</strong>imentación, recreación. El Estado ha asumidoesa autoridad y concentrado <strong>las</strong> <strong>de</strong>cisiones en su propia voluntad. Si esto es así, el Estado adquiere unagran carga <strong>de</strong> responsabilidad y se convierte en garante, con perfil especi<strong>al</strong>, <strong>de</strong> prácticamente todos los<strong>de</strong>rechos y liberta<strong>de</strong>s que conserva la persona recluída, en la medida en que se ha suprimido la posibilidad<strong>de</strong> que el <strong>de</strong>tenido los atienda por sí mismo. Este es un tema muy frecuentado por la jurispru<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> laCorte Interamericana.Ha transcurrido más tiempo <strong>de</strong>l previsto para el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> esta exposición. Lamento haberprolongado la charla, quizás excesivamente. Me he extendido en virtud <strong>de</strong> mi propio agrado por tenerlesaquí, huéspe<strong>de</strong>s apreciados <strong>de</strong> la Corte Interamericana, y <strong>de</strong> la relevancia que para todos tienen los temaspen<strong>al</strong>es a los que me he referido. Agra<strong>de</strong>zco <strong>al</strong> <strong>ILANUD</strong> la organización <strong>de</strong> este encuentro, y a uste<strong>de</strong>s suasistencia y su paciencia. Quedo a su disposición para respon<strong>de</strong>r a sus dudas, observaciones y preguntas,en la medida <strong>de</strong> mis posibilida<strong>de</strong>s. Muchas gracias.198