24.01.2019 Views

ANGEL PITOU

Angel Pitou tercer libro sobre la revolución francesa de Alejandro Dumas

Angel Pitou tercer libro sobre la revolución francesa de Alejandro Dumas

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

—Todo lo republicano que puede ser un Lafayette. Si nos es absolutamente<br />

preciso pasar bajo el nivel de la Igualdad, creedme, escojamos la de los grandes<br />

señores. Amo la Igualdad que eleva y no la que rebaja.<br />

—Y ¿nos respondéis de Lafayette?<br />

—Sí, mientras no se le exija más que honor, abnegación y valor.<br />

—Pues bien, decid: ¿qué es lo que queréis?<br />

—Una carta para poder ver al rey.<br />

—Un hombre de vuestro valor no necesita cartas de recomendación: se presenta<br />

solo.<br />

—No, porque me conviene ser vuestra hechura; entra en mis proyectos ser<br />

presentado por vos.<br />

—¿Y a qué aspiráis?<br />

—A ser médico de cámara de Su Majestad.<br />

—Es cosa fácil. Pero ¿y la reina?<br />

—Estando yo al lado del rey, nada me importa.<br />

—¿Y si os persigue?<br />

—Entonces haré que el rey tenga voluntad.<br />

—¡Que el rey tenga voluntad propia! Seréis todo un hombre si lo conseguís.<br />

—El que dirige el cuerpo es un gran necio, si no llega algún día a dirigir también<br />

el espíritu.<br />

—Pero ¿no creéis que sea un mal precedente para ser nombrado médico de<br />

cámara el haber estado en la Bastilla?<br />

—Al contrario, es el mejor. Según vos, ¿no se me ha perseguido por crimen de<br />

filosofía?<br />

—Tal sospecho.<br />

—Pues, entonces, el rey se rehabilita, se populariza si toma por médico a un<br />

discípulo de Rousseau, a un partidario de las nuevas doctrinas, a un preso que<br />

sale de la Bastilla. La primera vez que le veáis, hacedle valer todo esto.<br />

—Siempre tenéis razón; pero cuando estéis al lado del rey ¿podré contar con<br />

vos?<br />

—De todo punto, mientras no os apartéis de la línea política que adoptaremos.<br />

—¿Qué me prometéis?<br />

—Avisaros cuando llegue el momento preciso en que debáis retiraros.<br />

Necker se quedó mirando a Gilberto, y después le dijo con voz sombría:<br />

—En efecto: es el mayor favor que un amigo leal pueda hacer a un ministro,<br />

porque es el último.<br />

Y se sentó a su mesa para escribir al rey.<br />

Entretanto, Gilberto volvió a leer la carta, diciendo para sí:<br />

—¿Quién podrá ser esta condesa de Charny?<br />

—Tomad, doctor —dijo Necker al poco rato, entregando a Gilberto lo que había<br />

escrito.<br />

El doctor tomó la carta, que estaba concebida en estos términos:<br />

«Señor:<br />

«Vuestra Majestad debe tener necesidad de un hombre seguro, con el que pueda<br />

hablar de sus asuntos. Mi último presente, mi postrer servicio al separarme de

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!