V 34 N 82
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LÓPEZ-CARDOZA, M.I., MATÚ-CHÉ, S.Y. Y MEDINA-CHI, K.L.
empleos para una población creciente y la vez contribuyeran
a la industrialización de la zona fronteriza.
Haciendo referencia al estado Yucateco, Alonso (2010, pág.
3) da a conocer que:
Entre los años 1994 y 2001 Yucatán fue escenario de un
importante crecimiento de la industria del vestido,
motivado, primordialmente, por la entrada en vigor del
Tratado de Libre Comercio de América del Norte, TLCAN,
que propició la inserción del territorio yucateco a la cadena
global de suministro de prendas de vestir hacia Estados
Unidos, a través de la industria maquiladora de
exportación, IME, debido a su cercanía geográfica con ese
mercado y al bajo costo de la mano de obra. Sin embargo,
a partir de 2002 la industria del vestido en Yucatán ha
sufrido un retroceso importante con el cierre de empresas y
disminución del número de personas ocupadas, lo que ha
provocado una gran preocupación sobre el futuro de la
rama.
El bordado
De acuerdo con Rejon (1995, párr. 3)
En Yucatán, bordar y "agarrar bordado para hacer", son
verbos que marcan una diferencia significativa entre la
acción de producir para autoconsumo familiar y producir
para otros (la vecina, la intermediaria, la catrina, la turista).
La mujer maya "agarra bordado para hacer", "agarra lavado
ajeno", "agarra costura", cuando su trabajo pertenece a
otros, es decir, cuando el trabajo que realiza en casa
pertenece a otros. Para la mujer maya de Valladolid, la
palabra artesana marca la diferencia entre ser o no ser
miembro integrante de una cooperativa de producción. Es
decir, señala la pertenencia a una comunidad laboral
excluyente, de manera que no todas las bordadoras "agarran
bordado para hacer", ni todas ellas son artesanas.
Por su parte, Pérez, López & Robert (2017, pág. 9) también
agregan que “El bordado es, además la rama artesanal en la
que una parte importante de la producción es diseñada y
consumida por las propias artesanas; ya que confeccionan y
consumen su ropa.”
Con respecto a ello, Pérez, et al., (2017, pág. 2) mencionan
que:
Las artesanías en Yucatán se centran prioritariamente en el
bordado, el cual se ha usado principalmente para adornar
diferentes telas de uso cotidiano. Sus motivos son en su
mayoría flores que se bordan a mano y con máquina de
coser, ya sean de pedal o eléctrica.
Talleres
De acuerdo con México Destino (2018, párr. 1):
Yucatán es un estado rico en historia y tradiciones que se
ven reflejadas en las creaciones de notable belleza y
brillante colorido de sus artesanos. Las piezas se elaboran
con diversos materiales como: carey, concha, caracol,
madera, piedra, barro, fibra de henequén y de algodón, piel,
palma y junco entre otros, con los cuales realizan vasijas,
instrumentos musicales, guayaberas, hamacas, sombreros
de palma de jipi, petates, bolsas y zapatos, por mencionar
algunos de los productos típicos de este estado.
Por ello, Alonzo (2015, Pág. 330) dice que con las
confecciones de prendas tradicionales:
Kimbilá es conocida por sus tradicionales bordados hechos
a mano. En los talleres y sencillas boutiques de la población
se pueden admirar y comprar los suntuosos ternos e hipiles
yucatecos fabricados en esta población. Con talleres de más
de 20 años de antigüedad, que han trasmitido los
conocimientos del bordado a las nuevas generaciones,
Kimbilá se ha convertido, en la actualidad, en un centro de
confección de prendas de vestir bordadas para mujer y en
referencia nacional del trabajo artesanal que se realiza en
Yucatán.
De igual manera Noh & Piña (2009, pág. 73) comentan que
el municipio de Kimbilá:
Se caracteriza por tener innumerables tiendas y talleres de
bordado a máquina, las familias de la localidad se dedican
a bordar, al menos cada hogar posee una máquina de
bordado pues suelen “agarrar” piezas para bordar y luego
las entregan a los fabricantes, estos a su vez las venden en
tiendas de Mérida o Izamal.
De acuerdo con Yucatán Informa (2014, párr.1) Kimbilá es
considerada una región de alta costura en prendas de vestir,
ya que:
Se estima que existen unos 60 talleres, así como también el
crecimiento y preferencia de los clientes no solo en
Yucatán, sino del país y del extranjero cuentan con vistosos
comercios que ofrecen un sinfín de todo tipo de prendas de
vestir.
May (2019, párr. 4) afirma que “se contabilizan actualmente
56 tiendas físicas, de las cuales 27 pertenecen a cinco grupos
familiares con alta producción”.
Alonzo (2015, Pág. 331) menciona que Kimbilá ha innovado
sus prendas conforme a la demanda actual, puesto que:
Los talleres de confección de Kimbilá no se han quedado
solamente como fabricantes de ternos e hipiles yucatecos.
Con el fin de alcanzar nuevos mercados, muchas de las
fábricas de esa localidad han innovado en sus productos
elaborando ahora, además, blusas y vestidos con bordados
que mayormente comercializan entre los turistas que
visitan la región.
De acuerdo con el Diario de Yucatán (2016, párr. 4) “las
mejores opciones son Creaciones Deysi, Creaciones Ana
Gertrudis, Diseños Alma, Confecciones Típicas Yucatán y
Creaciones Karen.”
Actividad económica
112 REVISTA DEL CENTRO DE GRADUADOS E INVESTIGACIÓN. INSTITUTO TECNOLÓGICO MÉRIDA Vol. 35 NÚM. 82