V 34 N 82
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
ECONOMÍA CIRCULAR: CONCEPTOS Y CARACTERÍSTICAS, UN ENFOQUE HACIA AMÉRICA LATINA
mantenimiento de equipos y la actualización de los sistemas
digitales, repensar el modelo de negocios a través de las
oportunidades que este nuevo sistema económico trae, usar
los residuos como recursos para la cadena de valor, utilizar
los recursos renovables de manera eficiente y asegurar que
toda la cadena de suministros de la empresa colabore en la
ejecución de este nuevo modelo además de buscar la
colaboración con otros tipos de instituciones públicas y
privadas para crear valor en conjunto.
Al agregar valor a los materiales a lo largo de su ciclo de vida,
las cadenas de suministro en la economía circular pueden
aumentar la creación de empleo, mejorar las condiciones
laborales y proporcionar un camino hacia la formalización en
áreas como el reciclaje (Daena ; Xuezhong, Linlin, &
Chengbo, 2015). El Foro Económico Mundial y la Ellen
MacArthur Foundation estiman que el cambio hacia una
economía circular podría agregar USD $1 billón a la
economía global para 2025, cifra equivalente al PIB de
naciones como Holanda o Indonesia, prevendría la
generación de 20 millones de toneladas métricas de desechos
sólidos al año, lo que equivale a la producción anual de
residuos sólidos urbanos de Corea del Sur, Sudáfrica o
Canadá y generaría 100 000 empleos en cinco años (World
Economic Forum, 2014).
Adicionalmente, en 2020 se presentó el lanzamiento del
fondo de economía circular por parte de una de las
principales empresas de gestión de inversiones
estadounidense Blackrock (Stagno, 2020). Particularmente el
fondo invertirá en empresas de todos los sectores
industriales, que contribuyan al avance de una economía
circular en cuatro categorías:
1) empresas que adopten un modelo económico circular
(circularidad) en sus operaciones;
2) empresas que proporcionen soluciones innovadoras
respecto al uso ineficiente de los materiales y la
contaminación;
3) empresas que transiten a la generar productos más
fácilmente reciclables mediante alternativas circulares
de origen natural o vegetal respecto a productos no
reciclables y no biodegradables);
4) empresas que faciliten un consumo eficiente o más
responsable mediante el uso de modelos empresariales
innovadores (Blackrock, 2020).
Si bien la adopción de principios y tecnologías para una
producción más circular presenta un atractivo indudable para
las empresas del sector privado, las ciudades tienen mucho
que ganar de un enfoque más circular, tanto en la provisión
de infraestructuras, equipamientos y servicios, como en la
facilitación de ecosistemas productivos sostenibles (Peinado-
Vara, 2017).
Se podría afirmar que la economía circular tiene a nivel
mundial la mayoría de sus casos de éxito ubicados
principalmente en Europa, donde el número de casos
relacionados con la economía circular aumenta a través de
los años con base en el fuerte impulso de la transición hacia
una economía circular sostenible. Dicha iniciativa es liderada
por la Comisión Europea del Medio Ambiente quien recibió
en 2019 en la categoría de sector público el premio Economía
Circular 2019, en el Foro Económico Mundial de Davos,
Suiza (The Circulars, 2019). El proyecto consistió en un
innovador Plan de Acción para la Economía Circular
(PAEC), en desarrollo desde 2015. Este plan establece 54
acciones para cerrar el círculo de los ciclos de vida de los
productos y materiales a través del reciclaje de residuos, el
ecodiseño y las nuevas formas de producción y generación
de productos. Sin embargo, existen mucho por hacer a nivel
de estrategias y voluntades políticas y sociales (Comisión
Europea, 2019a).
Particularmente en España, el informe presentado sobre la
situación de la economía circular de la Fundación COTEC
para la Innovación, con el apoyo de otras instancias
internacionales, concluye que el cambio de modelo lineal a
circular se ha estancado y en la actualidad no avanza al ritmo
que sería necesario. En cuanto al tratamiento de residuos, los
vertidos representan en España el 54% del volumen total (el
resto se reparte entre incineración, reciclado y compostaje),
más del doble de la media de la Unión Europea (24%) y muy
lejos del 10% establecido por la Comisión Europea para
2030. El informe destaca la necesidad de que exista voluntad
política, empresarial y social para favorecer la transición
hacia una economía circular, el desarrollo de una hoja de ruta
nacional que identifique las barreras técnicas y regulatorias
de dicha transición, así como apoye al diseño de políticas e
inversiones específicas (Morató, Tollin, & Jimenéz, 2019;
UNESCO, 2019).
En el contexto latinoamericano, la economía circular se
convierte en una opción económica con potencial de
implementación. Basta mencionar que cada latinoamericano
produce un kilo de basura al día y la región en su conjunto,
unas 541.000 toneladas diarias. Esto representa alrededor de
un 10% de la basura mundial. Las proyecciones señalan que
la producción de basura aumentará un 25% en América
Latina y el Caribe para el 2050 (Lafuente, 2018).
Lo que parecen circunstancias adversas en el tema de
residuos, es un área de oportunidad para la economía circular,
ya que podrían generarse nuevos mercados, como la
producción de abonos o de alimento de ganado, lo que podría
llevar a la innovación y la generación de empleos. En
América Latina el 50% de los residuos sólidos son materia
orgánica, de la cual el 90% se va a la basura y no se usa.
Según la Comisión Económica para América Latina y El
Caribe (CEPAL), mejorar la eficiencia y la vida útil de
materiales en nuestra región llevaría a la creación de cinco
millones de empleos (ONU, 2018).
La Organización de Naciones Unidas, a través de su
dirección de medio ambiente, está apoyando áreas
54 REVISTA DEL CENTRO DE GRADUADOS E INVESTIGACIÓN. INSTITUTO TECNOLÓGICO MÉRIDA Vol. 35 NÚM. 82