V 34 N 82
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TUCUCH-HAAS, J.I., RANGEL-FAJARDO, M.A., BASULTO-GRANIEL, J.A., RUÍZ-SÁNCHEZ, E., BURGOS-DÍAZ, J.A. Y TUCUCH-HAAS, C.J.
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
Monitoreo e infestación de V. destructor
La fluctuación poblacional, comportamiento y porcentaje de
infestación de V. destructor no es lineal, ya que los ciclos de
vida de dicho ácaro están en sincronía con la presencia o
disponibilidad de cría de abejas y la temperatura ambiental
que hacen que los ciclos se acorten o se alarguen. En la Figura
1, se demuestra que el mayor número de V. destructor, se
registró el mes de febrero (162 especímenes) y el menor
número, en octubre (32 especímenes), lo que se relaciona con
el porcentaje de infestación y se corrobora de que el mes de
febrero presentó el porcentaje de infección más alto con el
13% (162 ácaros en 1,279 abejas) y el porcentaje más bajo se
presentó en octubre con el 2% (32 ácaros en 1,849 abejas) en
comparación con todos los meses de estudio. Nuestros
resultados concuerdan con DeGrandi-Hoffman et al., (2016)
quienes mencionan que durante los meses de verano (junioseptiembre)
las poblaciones de V. destructor fueron bajos
(menor del 5% de infestación), incrementándose
drásticamente durante el otoño (septiembre-diciembre); en
este mismo sentido Kokkinis & Liakos, (2004)
documentaron que las poblaciones de V. destructor
aumentaron desde finales de marzo hasta mediados del
verano (julio), seguido de una fase de estabilización durante
los meses de junio a octubre y finaliza con un periodo de
disminución de noviembre a marzo, dicho comportamiento
concuerda con nuestros resultados. En la Figura 1 podemos
observar que en todos los meses tuvimos presencia de V.
destructor, sin embargo, el porcentaje de infestación, fue
fluctuante, este comportamiento quizás se debe a la
disponibilidad recursos alimenticios (Nolan et al., 2017) o a
la disponibilidad de celdas con cría de obreras o zánganos
(Coffey et al., 2010), sin embargo, en otro estudio realizado,
sostienen que las poblaciones de V. destructor aumenta el
porcentaje de infestación de acararos cuando la cantidad de
cría en las colonias disminuye, este comportamiento ocurrió
en colonias severamente infestadas (Calderón & Van, 2008).
2000
1800
1600
1400
1200
1000
800
600
400
200
0
1428
Número total y porcentaje de infestación de V. destructor
1849
1616
1686
1294 1279
149 151
162
42
3% 32 2% 9% 9%
82
6% 13%
Septiembre Octubre Noviembre Diciembre Enero Febrero
Monitoreo y proporción sexual de A. tumida
Los resultados sobre la fluctuación poblacional y proporción
sexual de A. tumida, demuestra un comportamiento oscilante,
registrando las mayores poblaciones durante los meses de
septiembre a noviembre (85 a 120 escarabajos
respectivamente) y a partir de diciembre la presencia de
escarabajos fue disminuyendo (Figura 2), sin embargo, en
todos los meses de muestreo se registró la presencia del
escarabajo, concordando con Torto et al., (2010) al demostrar
que poblaciones adultas de A. tumida se encuentran presentes
en las colmenas de A. mellifera durante todo el año y que la
fluctuación poblacional es variante (De Guzmán et al., 2010),
dicho comportamiento, se debe a las condiciones climáticas
como temperaturas (Noo-ul-Ane & Jung, 2020) y humedad
(Torto et al., 2010) que influyen en el desarrollo de las
poblaciones de A. tumida, registrando de septiembre a
noviembre las mayores poblaciones, esta observación es
reforzada con otro estudio similar en la que reportan que las
infestaciones picos se dio en otoño (septiembre a noviembre)
registrando en promedio 25 ± 3 escarabajos por colmena (De
Guzmán et al., 2010). Este patrón de comportamiento quizás
se deba a que los meses de septiembre a noviembre presente
condiciones adecuadas (32-36 °C) para el desarrollo de A.
tumida, en este mismo sentido De Guzmán & Frake, (2007),
reportan que 34 °C es la condición óptima para que A. tumida
pueda terminar su ciclo de desarrollo en laboratorio (20.68 ±
0.08 días a temperatura de 34 ºC), lo que se correlaciona
significativamente con mayor abundancia de adultos de A.
tumida en días caluros (20 ± 2 adultos/colonia) que en días
fríos (8 ± 3 adultos/colonia) ( De Guzmán et al., 2010). Por
otro lado, el número de machos y hembras fue variable,
registrándose el mayor número en octubre (104 machos) y en
septiembre (39 hembras), sin embargo, en todos los casos
siempre se registró mayor número de machos que de
hembras, con una proporción sexual de 1: 2.9, dicho
comportamiento concuerda con Papach et al., (2019),
aquellos autores, mencionan que la proporción sexual
obtenida en laboratorio fue de una hembra por cada tres
machos (1:3), sin importar el tipo de dieta artificial que se
use, A. tumida se alimenta de una gran variedad de frutas
(Arbogast et al., 2010), sin embargo, nuestros resultados
divergen con Spiewok & Neumann, (2012), al encontrar que
el número de hembras fue superior a la de machos (796 : 536
respectivamente) con una proporción sexual de 1.5:1,
resultados similares son reportados por Ellis et al., (2002),
ambos estudios fueron realizados, en climas diferentes a
nuestro estudio (Australia y Estados Unidos), lo que deja
claro, que hasta el momento, no existen datos contundentes
sobre la proporción sexual de A. tumida para México y la
península de Yucatán, ya que es una plaga de resiente ingreso
(Komen et al., 2019).
N° Abejas N° Varroa % Infestación
Figura 1. Número total y porcentaje de infestación de V. destructor durante
el experimento
REVISTA DEL CENTRO DE GRADUADOS E INVESTIGACIÓN. INSTITUTO TECNOLÓGICO MÉRIDA Vol. 35 NÚM. 82 43