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V 34 N 82

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DESARROLLO E INEQUIDAD DE GÉNERO EN LA CIENCIA

la universidad, ideas que no solo tienen injerencia en la

elección de carreras, sino en su permanencia y experiencias

en ellas.

Estas dos categorías de retos, la conciliación y el

androcentrismo, dificultan la entrada, estancia y ascenso de

mujeres en el ámbito científico, y aún más si se trata del área

de STEM. Los términos techo de cristal, tubería que gotea o

el efecto Matilda, han surgido en la literatura como parte de

estos retos, que no permiten a las mujeres ascender,

permanecer o que invisibilizan su presencia y trabajo en la

ciencia. Los estudios expuestos, tanto cualitativos como

cuantitativos, son muy importantes para poder entender el

fenómeno y buscar soluciones.

CONCLUSIONES

Reducir la brecha de género en todos los ámbitos es la base

para un mundo más próspero y sostenible. La

subrepresentación de mujeres en la ciencia, sobre todo en el

área de STEM, es una deuda pendiente que se tiene para

alcanzar la equidad de género, pero también incorporar a este

potencial capital humano a la ciencia, aportaría importantes

avances y beneficios para el desarrollo de los países. Sin

científicas en este rubro, es más difícil alcanzar las metas de

la agenda 2030 de desarrollo sostenible de la ONU, pues se

requiere de mejoras en salud, infraestructura, energías

renovables, entre otros, progreso que es posible gracias a los

avances en áreas de ciencia, tecnología, ingeniería y

matemáticas.

Esta información también permite reflexionar sobre el

concepto de desarrollo, pues es importante puntualizar que

un crecimiento económico por sí solo no puede asegurar una

distribución más equitativa entre hombres y mujeres; así

como indicadores como educación son importantes, pero

tampoco por sí solos aseguraran una estabilidad laboral o un

mejor ingreso a sectores productivos para las mujeres,

situación que se encuentra en todos los países del mundo. De

igual forma, apoyar a las mujeres en la ciencia, como

estudiantes, pero también como líderes en proyectos de

investigación y en espacios de decisión como son

coordinaciones, direcciones e incluso rectorías universitarias,

ayudarían a reducir la brecha de salarios que existe entre

mujeres y hombres en el mundo.

Es importante mencionar que se han hecho importantes

acciones para reducir la brecha de género en la ciencia, como

es que en el ámbito internacional desde el 2015 la UNESCO

haya declarado el 11 de febrero como el día internacional de

la niña y mujer en la ciencia, con el fin de visibilizar su

participación en este rubro, incentivar el interés de niñas en

el área de STEM y sensibilizar a la población mundial sobre

la problemática y su importancia para un mundo más

equitativo, así como para fomentar el desarrollo sostenible.

Actualmente en México se han implementado acciones

afirmativas desde la Secretaría de Educación Pública como

el programa “Niñas STEM pueden” que tiene el objetivo de

“promover en niñas y adolescentes el convencimiento de que

son capaces de emprender carreras exitosas en ciencias,

tecnología, ingenierías y matemáticas.” También, el Conacyt

ha implementado apoyos para madres solteras jefas de

familia, la postergación de un año más en el SNI en caso de

maternidad, apoyo a mujeres indígenas para estudiar

posgrados, apoyo a cátedras de mujeres, entre otras.

Sin menospreciar estas importantes acciones se debe

mencionar que, aunque la lucha feminista desde el ámbito de

la economía ha logrado que algunas metodologías para

implementar estadísticas y decidir indicadores tengan

perspectiva de género, todavía falta mucho por hacer en este

sentido. Desde instancias oficiales o desde el campo de la

teoría del desarrollo, no se han hecho investigaciones

cuantitativas que tomen en cuenta los factores que son

dificultades para las mujeres en la ciencia. Esta acción, ya

solicitada por CEPAL en su nota para la igualdad número

once, ayudaría a presentar información de manera

cuantificable y así implementar más y mejores acciones

afirmativas o políticas públicas en favor de las mujeres en la

ciencia.

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REVISTA DEL CENTRO DE GRADUADOS E INVESTIGACIÓN. INSTITUTO TECNOLÓGICO MÉRIDA Vol. 35 NÚM. 82 49

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