V 34 N 82
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EXPRESIONES DEL DESARROLLO ECONÓMICO LOCAL Y LOS SISTEMAS DE INFORMACIÓN EN LAS MICROEMPRESAS DE LA ZONA NORTE DE MÉRIDA, YUCATÁN
repartición de los beneficios económicos del territorio.
(Rojas, 2009)
2. Sistemas económicos locales
Un sistema económico local está constituido por el conjunto
de actores productivos y de relaciones económicas y sociolaborales
en torno a un rubro de la economía, que tienen un
cierto grado de coherencia socio-económica y territorial, no
necesariamente coincidente con la división administrativa
del territorio (Alburquerque, 1997).
3. Los actores en el sistema económico local
En cada localidad existen diferentes actores que conforman
lo que se conoce como el sistema económico local, estos son:
el Gobierno Local, empresas de bienes y servicios (industria,
comercio, etc.), organizaciones de servicios de soporte
técnico y formativo (organizaciones no gubernamentales,
universidades, tecnológicos), instituciones de soporte
financiero, instituciones públicas, grupos asociados, etc. La
actuación coordinada de estos y su relación con otros de nivel
regional y nacional, hace posible el desarrollo de una serie de
condiciones necesarias para el desarrollo de la economía
local, en el marco de un enfoque sistémico e integral del
desarrollo. (Rojas, 2009).
Conociendo las iniciativas y los enfoque del DEL, se puede
hablar acerca de la competitividad territorial y el
acondicionamiento de factores necesarios para el mismo;
puesto que “la competitividad territorial, es la capacidad
efectiva de un territorio (localidad, región) para incrementar
su producción de manera sostenida con base en la inversión
empresarial y en la elevación social de la productividad,
como las bases de la generación de riqueza y de bienestar con
equidad. La productividad de un territorio es la relación
existente entre las salidas (los productos) y las entradas (los
insumos), en y para, producir bienes y servicios. Es la
capacidad de un territorio de generar valor agregado.”
(Aguad, 2004).
Albuquerque (2004) Afirma:
Por ello, es esencial resaltar la necesidad del desarrollo de
ventajas competitivas, entendidas como un proceso de
construcción de nuevas capacidades que permitan que toda
la localidad esté en condiciones de competir.
Estas capacidades tienen que ver con:
• Manejo e innovación de tecnología.
• Mano de obra capacitada.
• Profundización de habilidades.
• Capital social.
• Institucionalidad pública.
• Infraestructura y servicios más modernos y
adaptados a las necesidades locales.
Por otro lado, hay que subrayar que nunca se dan las
innovaciones tecnológicas en el vacío, sino como parte de las
transformaciones sociales e institucionales. Por ello, es
necesario entender la innovación tecnológica en su sentido
más amplio, es decir, incluyendo los cambios e innovaciones
sociales que la acompañan y hacen posible.
Las microempresas en México
De acuerdo al último Censo Económico publicado por el
Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), del
universo de unidades económicas en México:
a) el 95.2% son microempresas,
b) generan el 45.6% del empleo, y
c) contribuyen con 15% del valor agregado de la economía.
La mayoría de las microempresas comparten las
características de las llamadas empresas sociales, es decir,
anteponen el beneficio social al lucro, son una respuesta de
la población a las externalidades negativas de la economía,
para reincorporar al trabajo a grupos con severas desventajas
tales como mujeres, jóvenes y en general población con bajos
niveles de calificación laboral y de los estratos económicos
más bajos. (Sanchez, 2008).
Según los criterios de la legislación federal mexicana: Desde
1990 a la fecha, los criterios que se han utilizado en México
para definir la micro, pequeña, mediana y grande empresa
han sufrido cinco modificaciones. Desde mayo de 1990 y
hasta marzo del año 1999 los criterios generales que se
tomaron en cuenta fueron el número de trabajadores y las
ventas anuales. De conformidad con este criterio, del 3 de
diciembre de 1993 al 30 de marzo de 1999 se definió a la
microempresa como aquella unidad económica que tenía de
uno a 15 trabajadores sin contar al dueño y ventas anuales
hasta por 900,000 pesos. Según Sánchez (2008). Estos
últimos criterios sirvieron de base para realizar los censos
económicos del año 1999 (con información de 1998) y
diversas investigaciones han tomado como referencia esta
información. Sin embargo, para el 30 de marzo de 1999 la
legislación cambió, tomando como referencia el número de
empleos y el sector productivo. Con este cambio, la
microindustria se definió como aquella unidad económica
que tenía de 0 a 30 trabajadores, mientras que las
microempresas con actividades comerciales se definieron
como aquellas que tenían de 0 a 5 trabajadores y las
microempresas de servicios se identificaron como aquellas
que tenían de 0 a 20 trabajadores.
Finalmente el 30 de diciembre del año 2002 nuevamente la
legislación sufrió modificaciones importantes. El Diario
Oficial de la Federación (DOF) de ese día publicó la Ley para
el Desarrollo de la Competitividad de la Micro, Pequeña y
Mediana Empresa, en la cual también se tomaron como
criterios el número de empleos y el sector productivo,
definiendo que una unidad económica que se considerara
microempresa debería tener de 0 a 10 trabajadores para los
tres sectores de la producción. (Sanchez, 2008)
REVISTA DEL CENTRO DE GRADUADOS E INVESTIGACIÓN. INSTITUTO TECNOLÓGICO MÉRIDA Vol. 35 NÚM. 82 91