V 34 N 82
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MOO-NOVELO, C.A., MEX-ARRIAGA, F.I., GAZCA-SANTOS, H.E. Y HERNÁNDEZ-CUEVAS, F.I.
Financiamiento de las empresas (ENAFIN, 2018). Lo que
significa que existe un área de oportunidad para que dichas
empresas se reúnan y formen cadenas que permitan
incrementar sus niveles de competitividad y eficiencia para
así lograr un posicionamiento efectivo en el mercado,
buscando de esta manera satisfacer las necesidades de los
clientes en tiempo y forma. Por lo que es indispensable
adoptar un sistema de manufactura esbelta (Lean
Manufacturing o Just in time), que permita cumplir los
compromisos con los clientes, para así darle un valor
agregado en los bienes y servicios finales, con una velocidad
de respuesta adecuada por parte de la cadena de suministro.
Micro a
Pequeña
Mediana
Grande
Número de Empresas Familiares (2018)
18 721
11 207
102 155
14 1826
0 20 000 40 000 60 000 80 000
Figura 3. Comparativo de empresas familiares por Tamaño.
Fuente: Encuesta Nacional de Financiamiento de las Empresas (ENAFIN)
2018.
De acuerdo con la Encuesta Nacional Sobre Productividad y
Competitividad de las Micro, Pequeñas y Medianas empresas
(ENAPROCE, 2018), sólo cinco mil 143 empresas
participaron mediante contratos en cadenas productivas, de
los cuales mil 795 son manufactureras, mil 620 son del
comercio y mil 727 del sector servicios. Se puede identificar
también que 2,050 empresas participaron como proveedores
de materia prima, de partes o servicios de primer nivel dentro
de la cadena productiva, mientras que 1mil 848 empresas
participaron como proveedor de materia prima, de partes o
servicios de segundo nivel y dos mil 659 empresas
participaron en la cadena productiva como
comercializadores. Lo anterior refleja que es necesario un
mayor eslabonamiento entre las diversas empresas, con el fin
de contribuir a incrementar la competitividad a través del
incremento en la calidad de sus bienes, así como en precios.
Las microempresas no participan en los encadenamientos
productivos.
En este orden de ideas, datos del ENAPROCE (2018)
sugieren que el 97.3% de las empresas que operan en la
economía mexicana son de tamaño Micro, que son las que
también generan los mayores empleos en el mercado ya que
contribuyen con el 75.4% del total de los empleos, adicional
a esto generan aproximadamente el 52% del Producto Interno
Bruto (PIB) del país. No obstante, a esta contribución, son las
que presentan los mayores retos al momento de negociar o
establecer acuerdos con sus proveedores, debido a que, por
su tamaño, no tienen un gran poder de negociación sobre sus
proveedores, lo cual reduce también sus márgenes de
maniobra, que después se refleja en sus niveles de ingresos y
costos. De ahí que sea relevante implementar estrategias de
encadenamiento productivo que les permitan acceder a
mejores prácticas que reduzcan sus costos y sobre todo
contribuyan en la generación de valor agregado (Tabla 1).
Tabla 1. Número de empresas por tamaño y personal ocupado.
Tamaño Número Participación (%)
Personal Ocupado
participación (%)
Micro 4,057,719 97.3 75.2
Pequeña 92,444 2.2 13.5
Mediana 19,514 0.4 11.1
Fuente: Elaboración propia con datos del INEGI (2018)
De acuerdo con Zerón, Mendoza y Quevedo (2013)
argumentan que al integrar la cadena de suministros en
acuerdos de asociación, colaboración y coordinación a través
de alianzas estratégicas permite identificar las características
que posibilitan la penetración de mercado: “por los cuales el
cliente final prefiere un producto o servicio que otros, tales
como: el control de los costos, los tiempos de entrega y la
calidad de los procesos internos de producción”.
Entonces las empresas necesitan identificar y controlar los
costos en las que incurren en la administración de la cadena
de suministro, deben establecer y controlar los tiempos en la
que se entregan las materias primas, así como la producción
y distribución, cuidando la calidad de los procesos internos
de producción, con la finalidad de que el producto llegue al
cliente en el menor tiempo posible y con la calidad que este
exige para la satisfacción de sus necesidades.
De acuerdo con EGADE Business School del Tecnológico
de Monterrey (2018) en el estudio denominado la cadena de
Suministro como motor de la competitividad se tiene:
Que en las empresas grandes los directivos se involucran en
el diseño, estrategia y gestión de la cadena de suministro, esto
es en el 92% de las ocasiones, mientras que en las PYMES
se da en el 84%.
También es de destacar que del total de las empresas que
participaron en la encuesta el 51% de ellos manifestaron que
los directivos siempre se involucran en el diseño, estrategia
y gestión de la cadena de suministro. Mientras que en el 37%
de los casos los directivos se involucran regularmente en el
proceso de la gestión de la cadena de suministros y en el 12%
de los casos nunca se involucran en la planeación, estrategia
y gestión de la cadena de suministro.
También se menciona que entre el 20 y 30% de las empresas
encuestadas utilizan la metodología “Just in time” que
permite minimizar mermas.
De igual forma destacan tres elementos principales de la
cadena de suministro: Agilidad, eficiencia y Flexibilidad.
Entonces una adecuada gestión de la cadena de suministro
debe permitir reaccionar con agilidad y flexibilidad a los
cambios del mercado, tomar en cuenta la tendencia del
consumidor y de la situación global que se presenta en el
REVISTA DEL CENTRO DE GRADUADOS E INVESTIGACIÓN. INSTITUTO TECNOLÓGICO MÉRIDA Vol. 35 NÚM. 82 35