Escola d'estiu 2009: Caos i diversitat, educar - Associació de ...

Joan Majó
me estoy cuestionando mi propia universidad, mi propio centro de
formación, pero no como crítica, sino como reflexión para poder mejorar.
¿El nivel de exigencia del estudiantado y del profesorado es el
adecuado para obtener un país con un desarrollo oportuno o no lo es?
Insisto que los análisis comparativos a veces se sacan de contexto. Yo
creo que el último trabajo que ha hecho el doctor Prat, en que presentó
una evaluación con sesenta mil niños entre once y doce años en
Cataluña, es un estudio muy bien realizado y sumamente interesante,
porque de alguna forma ahora podemos saber qué es lo que está pasando
con la educación de este país. Mi duda es: ¿una vez que lo
sabemos, le vamos a poner remedio? Ahí entran la economía y la inversión.
La Generalitat decía el otro día que este año iba a ahorrar 940
millones de euros, y que esto no va a afectar a la educación, ni a la
sanidad, ni a los servicios sociales, pero sin embargo anteayer ya hubo
una manifestación en la plaza Sant Jaume de una serie de colectivos o
sindicatos que han detectado que se van a reducir los presupuestos,
por ejemplo, en la ayuda de las bibliotecas. Se va a incrementar el número
de grupos de alumnos, pero no se tiene previsto incrementar el
número de maestros en las escuelas. Ayer mismo leía que Sanidad no
garantiza que haya suficientes médicos para suplir este verano las posibles
bajas. Entonces, ¿es posible creerse que vas a reducir 940 millones
de euros y esto no va a afectar a la educación? ¿La educación tiene
un peso importante en nuestro país? ¿Tiene el peso y el respaldo
socioeconómico que se merece o no?
Yo soy bastante entusiasta, quizás por defensa mental: no quiero ser
pesimista, quiero ser optimista. Ayer se aprobó una ley de educación,
no por consenso, que es lo que hubiéramos deseado todos, pero yo
creo que es una ley en que, aunque tiene sus pros y sus contras, los
aspectos positivos son mayores que los negativos. De todos modos
está por ver, está por llegar. Considero que la universidad tiene mucho
que decir, pero también necesita un cambio para avanzar un poco
más y proponer alternativas innovadoras. Por ejemplo, yo considero
que en los centros de formación de maestros de los centros universitarios
estamos alejados de la realidad escolar. Esto no es bueno para
nadie: ni para el futuro maestro, ni para nosotros —que estamos fuera
de contexto y no conocemos la realidad—, ni para los maestros que
nos puedan ayudar. Yo considero fundamental crear un espacio dentro
de los centros de formación del profesorado, universitarios o no
32 44a Escola d’Estiu de l’Associació de Mestres Rosa Sensat