Escola d'estiu 2009: Caos i diversitat, educar - Associació de ...

Joan Majó
con los apoyos económicos de quien corresponda, sea de la administración,
de la central o de quien corresponda.
No quisiera alargarme mucho más, porque hay que dejar tiempo para
la reflexión y el debate, pero sí quisiera acabar argumentando algunos
aspectos que yo considero importantes y a tener en cuenta.
Yo creo que la administración tiene que mostrar más confianza en los
maestros. Esta confianza será un estímulo y un beneficio para todos.
No hay que ampliar las horas de trabajo de los maestros pagándoles
más dinero. Eso no es bueno, porque el maestro ya trabaja sin tener
ningún reconocimiento económico y cree en ello. La solución es contratar
más maestros en las escuelas. No en todas las escuelas, sino en
algunos centros que tienen ciertos proyectos y que potencian determinadas
experiencias. Hay que contratar más personal, y por tanto estamos
hablando de disponibilidad económica.
Hay que pedir responsabilidades. Este es el país en el que nunca pasa
nada, pase lo que pase nunca pasa nada. No le pasó a Bush y no le
pasó a nadie y montaron una guerra. En Cataluña hay un 33 por ciento
de fracaso escolar, increíble pero cierto, pues hay responsables. El
fracaso escolar empieza en la universidad, no empieza en la escuela.
Ya lo he dicho antes: en la medida que nosotros formamos mal a los
maestros, esto ya es un paso para el fracaso escolar, por lo tanto hay
que revisar todos estos procesos. Y también mantengo que el fracaso
empieza en la familia: el escolar empieza en la universidad, y el educativo,
en la familia. Hay que buscar puntos de confluencia para que
ese fracaso desparezca o, como mínimo, disminuya el máximo posible.
Los responsables de la economía de este país no deben tener miedo
a invertir en educación, porque a la larga será altamente beneficioso.
El Departamento de Educación tiene una serie de inspectores que hacen
de intermediarios entre la administración y los maestros. Hay que
revisar cuál es el papel del inspector. Si es meramente un informador
que va de un lado para otro, entonces ¿para qué necesitamos un informe
PISA? ¿Cómo es posible que la información no llegue por otras
vías cuando nosotros ya tenemos unos medios, que son los directores
de los centros o los inspectores? Con eso ya es suficiente para saber
qué pasa en el sistema educativo de este país. Si lo que buscamos son
alternativas para mejorar, no creo que tengamos que esperar que nos
venga nadie y nos diga lo mal que estamos funcionando. Muchas ve-
34 44a Escola d’Estiu de l’Associació de Mestres Rosa Sensat