09.05.2013 Views

Officium Veneris - Telecable

Officium Veneris - Telecable

Officium Veneris - Telecable

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

clase en el colegio de los jesuitas. Estudia después una brillante<br />

carrera que culmina con premio extraordinario. Es una máquina<br />

perfecta para resolver problemas en equipo y disfrutar haciéndolo,<br />

pero se ve obligado a competir por una plaza en la Universidad<br />

con seres no tan brillantes como él, pero mucho más astutos. Unos<br />

pocos años de ayudante son un infierno de bajezas, ruindades y<br />

zancadillas, del que escapa horrorizado preparando unas oposiciones<br />

de profesor de instituto. Tiene la sensación de que aquel triste<br />

lupanar universitario no tiene nada que ver con el conocimiento<br />

para el que él se siente vocacionalmente llamado; —su frase para<br />

definirlo era: “el partido se juega en otra parte”—. Salva del naufragio<br />

una insobornable avidez intelectual, que unida a su mal disimulada<br />

afición por las mujeres son las claves de su vida. Su<br />

historia sentimental es una larga serie de lamentables parejas que<br />

naufragaban inexorablemente en la rutina y el aburrimiento, hasta<br />

que hace cosa de un año empezó a ser cliente habitual de algunas<br />

casas de putas, pero esto ya lo hemos contado.<br />

Reflexionando ahora sobre nuestras historias, veo un cierto<br />

paralelismo. Los dos llevamos una vida “normal” hasta que nos<br />

encontramos con personas cuya vida incluye entre las actividades<br />

recomendables la depredación de otros seres humanos —esto creo<br />

que es el mal—. Los dos fuimos derrotados en nuestras batallas.<br />

Los dos hemos sobrevivido. Los dos esperamos ganar la guerra.<br />

Ella, saliendo de la droga. Yo, resolviendo esta complicada ecuación<br />

de mi vida, logrando ese conocimiento que siempre he buscado<br />

y que no se encuentra en las universidades, objetivo que<br />

persigo en estas líneas que dan forma a mi desconcierto, nocturnas<br />

y alevosas, impublicables y casi ilegibles.<br />

Cada día que pasa quiero más a Sofía. Necesitaba saber por<br />

qué me llamó. En este punto no soporto ninguna duda, y esta noche<br />

he sometido a la pobre a un auténtico interrogatorio del K.G.B.<br />

—¿Pero tú no veías que te estabas matando poco a poco?<br />

119

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!