Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
tomo negro forrado en plástico. Estaba seguro y me levanté. Podía<br />
haber inventado un pretexto: “¡Qué casualidad, tienes este libro…”,<br />
pero me encanta farolear.<br />
—Mira, Catalina, la idea era buena, y has hecho un trabajo de<br />
campeonato, con fotocopias y todo, pero le vas a decir a Juan de<br />
mi parte que… —alcanzo el tomo. Pesa bastante. Lo abro. Evidentemente,<br />
hay una cámara de vídeo disimulada dentro—. Le<br />
vas a decir que con la primera chica que me mandó ya tuve suficiente.<br />
A propósito, está a punto de salir de clase y tengo que ir a<br />
buscarla. Adios.<br />
Cogí mi abrigo y los dos tomos del gran químico guillotinado,<br />
y salí. No dijo nada. Su rostro bellísimo se había puesto una<br />
amarga careta de decepción. De camino a la academia eché mentalmente<br />
el polvo que me acababa de perder. Nalgas soberbias y<br />
duras con un ano moreno ligeramente peludo. Coño moreno. Tetas<br />
redondas firmes con grandes areolas morenas que se adivinaban<br />
bajo el jersey. Cabalgaría como una amazona de haute école vienesa,<br />
aunque en el placer sus ojos negros podrían tener un destello<br />
de locura enervante. O tal vez no. En cualquier caso aquello era<br />
sólo sexo, y a la puerta de la academia, ya pensando que no iría,<br />
me esperaba mi nena.<br />
—¿Qué pasó, cuéntame? ¿Era guapa?<br />
—Jodó.<br />
Le conté la historia. Lo escucho todo abrazada a mí mientras<br />
caminábamos para casa.<br />
—¿Y por qué no te la tiraste, bobo?<br />
—Un gran polvo tiene un precio de mercado: veinte mil pesetas.<br />
Aquello era carísimo. Tú te imaginas lo que hubiera tenido<br />
que aguantarte cuando tu hermano te mandara el vídeo.<br />
—¡Uy, qué tontería! Si estabais bien igual ganábamos dinero<br />
presentándolo a un concurso de vídeos guarros.<br />
—Eso lo dices ahora.<br />
Ya en casa, me hizo una pregunta difícil.<br />
178