Officium Veneris - Telecable

En otro orden de cosas, hoy por la mañana tomé un café con
Joaquín. ¡Qué hombre! Está locamente enamorado de Cristina y la
persigue como un colegial. Cuando me lo decía, casi me sale de
rebote mi respuesta comodín para estos casos. “Tú sabes que el
enamoramiento es una forma benigna de paranoia, ¿por qué no
consultas a un psiquiatra?”, pero pensé que mejor me callaba.
Cristina se hace la dura, pero ya han tenido varios encuentros tripartitos
en casa de ellas. Cuando me dijo esto debió de notárseme
que me ponía verde de envidia. Además está decidido a comprar
el piso al lado del mío. Quiere que nos veamos el fin de semana.
Sofía, Rosa, Cristina, ¡Jolín, qué lío!
A los de la tertulia todavía no les he contado nada de Sofía,
aunque algunos han notado algo. Jesús, que va de lince en estos
temas aunque el pobre no se entera de nada, el otro día había corrido
la consigna: “Carlos está encoñao”.
Bueno, creo que mejor me voy a dormir. El día ha sido largo.
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