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Officium Veneris - Telecable

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de noche estalla la desnudez y las manos, los dedos son la sombra<br />

del otro que nos regala el placer. Ese cuerpo femenino intuido,<br />

deseado, silenciosamente adorado, estalla en la gran fiesta de la<br />

carne. Epifanía gloriosa que revela la desnudez, el paisaje del éxtasis.<br />

La diosa desciende al rudo lenguaje de la carne, y lo vagamente<br />

presentido se revela cierto, anonadantemente cierto. La<br />

diosa está virtualmente dotada de todos los artilugios fisiológicos<br />

de la animalidad. La diosa es una cerda. Fin del discurso, del<br />

tiempo, de la historia. Ruptura de toda racionalidad y huida a los<br />

abismos indistintos del cielo y el infierno. La diosa es una cerda.<br />

El enloquecido paisaje que ha arruinado el cosmos es también un<br />

paisaje interior que desnuda nuestra historia, los silogismos, las<br />

metas, el sentido oculto de todo lo vivido que yacía envuelto en el<br />

tosco cendal de la ignorancia. Asistimos pasmados al desnudamiento<br />

del fondo oscuro del ser, que está vacío. La diosa es una<br />

cerda.<br />

¿Qué cosmos amanece tras este descubrimiento? Se trata de<br />

una intensa experiencia de aniquilación, una experiencia mística<br />

que cuestiona los fundamentos sobre los que está construida nuestra<br />

vida, sus esquemas de valores, la percepción del sentido de las<br />

cosas. Si la experiencia es capaz de desbloquear nuestros complejos<br />

y liberarnos auténticamente, percibiremos la inefable unidad<br />

de todos los seres, y eso marcará nuestra vida; eso dicen los manuales.<br />

En mi caso, siento sólo una extraña felicidad, serena y<br />

simple. No sé lo que va a ocurrir mañana, pero es como si el azar,<br />

que sin duda seguirá gobernando todo, no me afectara ya; como si<br />

todas las contingencias del ser hubieran sido redimidas por algo<br />

mucho más intenso, indefiniblemente más importante, algo que<br />

llevará inevitablemente todo a una culminación venturosa, perceptible<br />

ya como un resplandor feliz en el corazón de cada instante.<br />

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