Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
—Creo que sí. Conociendo a Sofía, que haya fingido contigo,<br />
sólo se explica como una orden de Juan.<br />
—Pero para ser tan cría como dices, es una artista de la escena.<br />
Ella ha llorado, ha fingido estar con el mono. No puedo entenderlo.<br />
—Como todos los buenos artistas ella puede haber llegado a<br />
identificarse con su papel. Ella fue siempre muy sensible. Juan le<br />
habrá dicho lo que quiere de ella, y ella simplemente se ha mentalizado<br />
para hacerlo.<br />
Le expresé mi agradecimiento, y me despedí de ella. Necesitaba<br />
pensar, pensar. Ya era muy tarde. Llamé al Centro, y dejé un<br />
recado para Sofía, “que no puedo ir a buscarla; un amigo ha sufrido<br />
un accidente y estoy con él en el Hospital, que coja un taxi,<br />
vaya para casa y me espere allí”. No quería hablar con ella. Sólo<br />
quería pensar. Yo siempre he sido muy lento pensando; para ello<br />
no conozco a nadie más rápido que Joaquín; tras su aire bonachón<br />
y sus continuas ganas de chufla se esconde una mente poderosa<br />
capaz de descuartizar un problema en un tiempo récord. Lo localicé<br />
en su despacho de la Facultad: “necesito hablar contigo. Voy<br />
para ahí”. De camino, volando por la autopista, no tenía neuronas<br />
para tantos problemas. ¿Por qué Juan contra mí? Yo soy un blanco<br />
perfecto. Pero; ¿cómo lo llega él a saber? En ningún sitio hay una<br />
lista de solterones golfos y con pasta. Además el golpe es demasiado<br />
certero, demasiado a la carta. Tiene que haber alguien que le<br />
ha pasado un soplo. ¿Pero quién? ¿Quién conoce mi forma de ser<br />
y puede conocer a Juan? ¿Quién? ¿Quién? De repente mis manos<br />
se crisparon sobre el volante. Claro. Es evidente. Nelia. Cuando<br />
marchó de mi casa había un brillo especial en sus ojos astutos. Me<br />
ha vendido, la muy cerda, pero ¿cómo piensan sacarme la pasta?<br />
¿Qué puedo hacer? Soy un barullo de dudas cuando entro en el<br />
despacho de Joaquín.<br />
—Hola, buenos días, necesito ayuda.<br />
141