Officium Veneris - Telecable

23 de Noviembre
E sta
noche he resistido sin problemas la tentación de correr en
busca de Nelia, aunque no he dejado de pensar en nuestra
historia, un episodio sórdido al que arranqué extraños destellos de
éxtasis. ¿En qué me he convertido? Como un prisma, refracto y
descompongo la seducción; separo de ella los turbadores mitos
posesivos para arrojarlos al estercolero de las cosas ridículas, y
me hundo como en un agua lustral en el glorioso descubrimiento
racional y estético, placer de dioses. Me siento un hombre sin historia,
o inmune a la historia, es lo mismo; concentrado en un único
empeño, descifrar el enigma que nos plantea una diosa que eructa
los fétidos efluvios de su borrachera; redentor del azar.
❧ LA SEXUALIDAD DE LOS MENORES
El meollo del asunto. Silenciarla es la madre de todas las neurosis.
Creo que es perfectamente posible otra sociedad en la que los menores
desarrollaran libremente su sexualidad, aunque el problema
es cómo se puede conseguir esto con seres tan vulnerables, tan
desvalidos ante cualquier engaño. Ellos deberían tener toda la información
desde muy pronto, y no se les debería decir lo que tienen
que sentir. Que sean personas desde el principio, y que
aprendan de sus errores. Me temo que todo el problema está en
realidad en nosotros. La sexualidad de los menores no es un problema.
Ya que estamos en esta sociedad, se me ocurre una pregunta
para la polémica: ¿si no montáramos los que nos creemos normales
las películas que montamos, no es posible que el pederasta
pa sara a ser en la memoria del niño, solamente “aquel señor raro
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