15.05.2013 Views

Las metamorfosis (Versión para imprimir)

Las metamorfosis (Versión para imprimir)

Las metamorfosis (Versión para imprimir)

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

<strong>Las</strong> <strong>metamorfosis</strong> (<strong>Versión</strong> <strong>para</strong> <strong>imprimir</strong>) 103<br />

lo cual, aun así, ella niega, y de tan gran maestra ofendida:<br />

«Compita», dice, «conmigo: nada hay que yo vencida rehúse». 25<br />

Palas una vieja simula, y falsas canas en las sienes<br />

se añade y unos infirmes miembros con un bastón también sostiene.<br />

Entonces así comenzó a hablar: «No todas las cosas la más avanzada edad<br />

que debamos huir tiene; viene la experiencia de los tardíos años.<br />

El consejo no desprecia mío. Tú la fama has de buscar 30<br />

máxima de hacer entre los mortales lana;<br />

cede ante la diosa y perdón por tus palabras, temeraria,<br />

con suplicante voz ruega; su perdón dará ella a quien lo ruega».<br />

La contempla a ella, y con torvo semblante los emprendidos hilos deja<br />

y apenas su mano conteniendo y confesando en tal semblante su ira 35<br />

con tales palabras replicó a la oscura Palas:<br />

«De tu razón privada y por tu larga vejez vienes acabada,<br />

y demasiado largo tiempo haber vivido te hace mal. <strong>Las</strong> oiga,<br />

si tú una nuera tienes, si tienes tú una hija, esas palabras.<br />

Consejo bastante tengo en mí yo, y advirtiéndome 40<br />

útil haberme sido no creas: la misma es la opinión nuestra.<br />

¿Por qué no ella misma viene? ¿Por qué estos certámenes evita?».<br />

Entonces la diosa: «Ha venido», dice, y de su figura se despojó de vieja<br />

y a Palas exhibió. Reverencian sus númenes las ninfas<br />

y las migdónides nueras; sola quedó no aterrada esta virgen, 45<br />

pero aun así se sonrojó y, súbito, su involuntaria cara<br />

señaló un rubor, y de nuevo se desvaneció, como suele el aire<br />

purpúreo hacerse en cuanto la Aurora se mueve,<br />

y breve tiempo después encandecerse, del sol al nacimiento.<br />

Persiste en su empresa y de una estúpida palma por el deseo 50<br />

a sus propios hados se lanza, pues tampoco de Júpiter la nacida rehúsa<br />

ni le advierte más allá ni ya los certámenes difiere.<br />

Sin demora se colocan en opuestas partes ambas<br />

y con grácil urdimbre tensan parejas telas:<br />

la tela al yugo unido se ha, la caña divide la urdimbre, 55<br />

se insertan en mitad de la trama los radios agudos,<br />

la cual los dedos desenredan y, entre las urdimbres metida,<br />

los entallados dientes la nivelan del peine al golpear.<br />

Ambas se apresuran y, ceñidos al pecho sus vestidos,<br />

sus brazos doctos mueven mientras el celo engaña a la fatiga. 60<br />

Por allí, esa púrpura que sintió al caldero tirio<br />

se teje, y también tenues sombras de pequeño matiz,

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!