15.05.2013 Views

Las metamorfosis (Versión para imprimir)

Las metamorfosis (Versión para imprimir)

Las metamorfosis (Versión para imprimir)

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

<strong>Las</strong> <strong>metamorfosis</strong> (<strong>Versión</strong> <strong>para</strong> <strong>imprimir</strong>) 79<br />

silba: esa voz a él su naturaleza le ha dejado.<br />

Sus desnudos pechos con la mano hiriendo exclama la esposa: 590<br />

«Cadmo, espera, desdichado, y despójate de estos prodigios.<br />

Cadmo, ¿Qué esto, dónde tu pie, dónde están tus brazos y manos<br />

y tu color y tu faz y, mientras hablo, todo? ¿Por qué no<br />

a mí también, celestes, en la misma sierpe me tornáis?».<br />

Había dicho, él de su esposa lamía la cara, 595<br />

y a sus senos queridos, como si los reconociera, iba,<br />

y le daba abrazos y su acostumbrado cuello buscaba.<br />

Todo el que está presente -estaban presentes los cortesanos- se aterra; mas ella<br />

los lúbricos cuellos acaricia del crestado reptil<br />

y súbitamente dos son y, junta su espiral, serpean, 600<br />

hasta que de un vecino bosque a las guaridas llegaron.<br />

Ahora también, ni huyen del hombre ni de herida le hieren,<br />

y qué antes habían sido recuerdan, plácidos, los reptiles.<br />

Perseo y Atlas<br />

Pero aun así a ambos consuelos grandes de su tornada<br />

figura su nieto les había dado, a quien, por él debelada, honraba 605<br />

la India, a quien celebraba la Acaya en los templos a él puestos.<br />

Sólo el Abantíada, de su mismo origen creado,<br />

Acrisio, queda, que de las murallas lo aleje de la ciudad<br />

de Argos y contra el dios lleve las armas; y su estirpe<br />

no cree que sea de dioses; pues tampoco de Júpiter ser creía 610<br />

a Perseo, a quien Dánae había concebido de pluvial oro.<br />

Pronto, aun así, a Acrisio -tan grande es la presencia de la verdad-<br />

tanto haber ultrajado al dios como no haber reconocido a su nieto<br />

le pesa: impuesto ya en el cielo está el uno, mas el otro,<br />

devolviendo el despojo memorable del vipéreo portento, 615<br />

el aire tierno rasgaba con sus estridentes alas,<br />

y cuando sobre las líbicas arenas, vencedor, estaba suspendido,<br />

de la cabeza de la Górgona unas gotas cayeron cruentas,<br />

que, por ella recogidas, la tierra animó en forma de variegadas serpientes,<br />

de ahí que concurrida ella está, e infesta esa tierra de culebras. 620<br />

Desde ahí, a través del infinito por vientos discordes llevado,<br />

ahora aquí ahora allí, al ejemplo de la nube acuosa<br />

se mueve, y de la alta superficie retiradas largamente<br />

contempla las tierras y todo sobrevuela el orbe.<br />

Tres veces las heladas Ursas, tres veces del cangrejo los brazos ve, 625<br />

muchas veces <strong>para</strong> los ocasos, muchas veces es arrebatado a los ortos,

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!