15.05.2013 Views

Las metamorfosis (Versión para imprimir)

Las metamorfosis (Versión para imprimir)

Las metamorfosis (Versión para imprimir)

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

<strong>Las</strong> <strong>metamorfosis</strong> (<strong>Versión</strong> <strong>para</strong> <strong>imprimir</strong>) 211<br />

Pan allí, mientras tiernas a las nifas lanza sus silbos<br />

y leve modula, en su encerada caña, su canción,<br />

osando despreciar ante sí de Apolo sus cantos, 155<br />

bajo el Tmolo, éste de juez, a un certamen acude disparejo.<br />

En su propio monte el anciano juez se sentó, y sus oídos<br />

libera de árboles: de encina su melena azul sólo<br />

ciñe, y penden, alrededor de sus cóncavas sienes, bellotas.<br />

Y éste, al dios del ganado contemplando: «En el juez», 160<br />

dijo, «ninguna demora hay». Por dentro sus cálamos agrestes hace sonar él<br />

y con su bárbara canción a Midas -pues era el caso que acompañaba él<br />

al cantor- cautiva. Después de él sagrado el Tmolo volvió su rostro<br />

hacia el rostro de Febo: a su semblante siguió su bosque.<br />

Él, en su cabeza flava de laurel del Parnaso ceñido, 165<br />

barre la tierra con su capa saturada de tirio múrice y,<br />

guarnecida su lira de gemas y diente indios,<br />

la sostiene por la izquierda, sujeta la mano segunda el plectro.<br />

De un artista su porte mismo era. Entonces los hilos con docto<br />

pulgar inquieta, por cuya dulzura cautivado, 170<br />

a Pan ordena el Tmolo a esa cítara someter sus cañas.<br />

El juicio y la sentencia del santo monte place<br />

a todos; se la rebate aun así e injusta se la llama<br />

en el discurso de Midas solo. Y el Delio sus oídos<br />

sandios no soporta que retengan su figura humana, 175<br />

sino que las alarga en su espacio y de vellos blanquecientes las colma,<br />

y no estables por debajo las hace y les otorga el poder moverse:<br />

lo restante es de humano. En una parte se le condena<br />

y se viste las orejas del que lento avanza, el burrito.<br />

Él ciertamente esconderlo desea, y con vergonzoso pudor 180<br />

sus sienes con purpurinas tiaras intenta consolar.<br />

Pero, el que solía sus largos cabellos cortar a hierro<br />

había visto esto, su sirviente, el cual, como tampoco a traicionar<br />

el desdoro visto se atreviera, deseando sacarlo a las auras,<br />

y tampoco pudiera callarlo aun así, se aleja y la tierra 185<br />

perfora y de su dueños cuáles haya contemplado las orejas<br />

con voz refiere baja y a la tierra dentro lo murmura, vaciada,<br />

y la delación de su voz con tierra restituida<br />

sepulta y de esos hoyos tapados tácito se aparta.<br />

Espeso de cañas trémulas allí a levantarse un bosque 190<br />

comenzó y, tan pronto maduró al año pleno,

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!