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Las metamorfosis (Versión para imprimir)

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<strong>Las</strong> <strong>metamorfosis</strong> (<strong>Versión</strong> <strong>para</strong> <strong>imprimir</strong>) 39<br />

A la que tal decía la parte fuele extrema de su queja 665<br />

entendida poco, y confusas sus palabras fueron.<br />

Pronto ni palabras siquiera, ni de yegua, el sonido aquel parece,<br />

sino del que imitara a una yegua, y en pequeño tiempo ciertos<br />

relinchos emitió, y sus brazos movió a las hierbas.<br />

Entonces sus dedos se unen y quíntuples enlaza sus uñas, 670<br />

de perpetuo cuerno, un leve casco, crece también de su cara<br />

y su cuello el espacio, la parte máxima de su largo manto<br />

cola se hace, y según vagos los cabellos por su cuello yacían,<br />

en diestras crines acaban, y al par renovada fue<br />

su voz y su faz: nombre también esos prodigios le dieron. 675<br />

Mercurio y Bato<br />

Lloraba, y la ayuda tuya en vano de Fíliras el héroe,<br />

Délfico, demandaba. Pues ni rescindir las órdenes<br />

del gran Júpiter podías ni, si rescindirlas pudieras,<br />

entonces allí estabas: la Élide y los mesenios campos honrabas.<br />

Aquel era el tiempo en el que a ti una pastoril piel 680<br />

te cubrió y carga fue un báculo silvestre de tu siniestra,<br />

de la otra, dispar de sus septenas cañas, la flauta;<br />

y mientras el amor es tu cuidado, mientras a ti tu flauta te calma,<br />

incustodiadas se recuerdan tus reses que en los campos<br />

se adentraron de Pilos. <strong>Las</strong> ve de la Atlántide Maya 685<br />

el nacido, y con el arte suya en las espesuras las oculta sustraídas.<br />

Sintiera este hurto nadie, salvo, conocido en aquel<br />

campo, un anciano: Bato la vecindad toda le llamaban.<br />

Él los sotos y los herbosos pastos del rico Neleo<br />

y las greyes de sus nobles yeguas como custodio guardaba. 690<br />

De él temió, y con blanda mano lo apartó, y a él:<br />

«Quien quiera que eres, huésped», dice, «si acaso las manadas<br />

buscara estas alguien, haberlas visto niega, y por que no con gracia ninguna<br />

tu acción se recompense: toma de premios esta nítida vaca»,<br />

y la dio. Aceptada, las voces estas devolvió: «Huésped, 695<br />

seguro vayas. La piedra esta antes tus hurtos dirá»,<br />

y una piedra mostró. Simula de Júpiter el nacido que se marcha.<br />

Luego vuelve, y tornada al par con su voz su figura:<br />

«Campesino, si has visto por esta linde», le dijo, «pasar<br />

algunas reses, préstame ayuda, y al hurto sus silencios quita. 700<br />

Junto a su toro al par se te dará una hembra».<br />

Pero el más anciano, después de que se hubo el salario duplicado: «Bajo esos

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