15.05.2013 Views

Las metamorfosis (Versión para imprimir)

Las metamorfosis (Versión para imprimir)

Las metamorfosis (Versión para imprimir)

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

<strong>Las</strong> <strong>metamorfosis</strong> (<strong>Versión</strong> <strong>para</strong> <strong>imprimir</strong>) 222<br />

A todos ella, ciertamente, a todos los altísimos, piadosos inciensos llevaba;<br />

antes, aun así, que a esos todos, de Juno los templos honraba,<br />

y por su marido, que ninguno era, venía a sus aras<br />

y que estuviera a salvo el esposo suyo y que retornara 580<br />

pedía, y que ninguna a ella antepusiera. Mas a él<br />

éste, de tantos votos, podía alcanzarle, solo.<br />

Mas la diosa no más allá sostiene el ser rogada a favor de quien con la muerte<br />

ha cumplido, y <strong>para</strong> apartar esas manos funestas de sus aras:<br />

«Iris», dijo, «de mi voz fidelísima mensajera, 585<br />

visita del Sueño velozmente su soporífera corte,<br />

y del extinguido Ceix ordénale envíe con su imagen<br />

unos sueños a Alcíone, que narren sus verdaderos casos».<br />

Había dicho. Se viste sus velos de mil colores<br />

Iris y con una arqueada curvatura signando el cielo, 590<br />

a las moradas tiende del ordenado -bajo las nubes escondidas- rey.<br />

Hay cerca de los cimerios, en un largo receso, una caverna,<br />

un monte cavo, la casa y los penetrales del indolente Sueño,<br />

en donde nunca con sus rayos, o surgiendo, o medio, o cayendo,<br />

Febo acercarse puede. Nieblas con bruma mezcladas 595<br />

exhala la tierra, y crepúsculos de dudosa luz.<br />

No la vigilante ave allí, con los cantos de su encrestado busto,<br />

evoca a la Aurora, ni con su voz los silencios rompen<br />

solícitos los perros, o que los perros más sagaz el ganso.<br />

No las fieras, no los ganados, no movidas por un soplo las ramas 600<br />

o su sonido devuelve la barahúnda de la lengua humana.<br />

La muda quietud lo habita. De una roca, aun así, honda,<br />

sale el arroyo del agua del Olvido, merced al cual, con su murmullo resbalando,<br />

invita a los sueños su onda con sus crepitantes guijarros.<br />

Ante las puertas de la cueva fecundas adormideras florecen 605<br />

e innumerables hierbas de cuya leche el sopor<br />

la Noche cosecha y lo esparce húmeda por las opacas tierras.<br />

Puerta, <strong>para</strong> que chirridos al volverse su gozne no haga,<br />

ninguna en la casa toda hay, guardián en el umbral ninguno.<br />

En medio un diván hay, del antro, de ébano, sublime él, 610<br />

plúmeo, negricolor, de endrino cobertor tendido,<br />

en donde reposa el propio dios, sus miembros por la languidez relajados.<br />

De él alrededor, por todas partes, variadas formas imitando,<br />

los sueños vanos yacen, tantos cuantos una cosecha de aristas,<br />

un bosque lleva de frondas, de escupidas arenas una playa. 615

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!