18.06.2013 Views

El código Da Vinci - Colonial Tour and Travel

El código Da Vinci - Colonial Tour and Travel

El código Da Vinci - Colonial Tour and Travel

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

<strong>Da</strong>n Brown <strong>El</strong> <strong>código</strong> <strong>Da</strong> <strong>Vinci</strong><br />

—Jovencito, si aquí queda algo para que usted pueda pasar el aspirador<br />

es gracias al caballero que está en el bolsillo de esta señora.<br />

—¿Cómo dice?<br />

—Señora Wren, ¿le importaría enseñarle a este joven la urna con las<br />

cenizas?<br />

La mujer vaciló un instante y entonces, como si despertara de un<br />

trance, se metió la mano en el bolsillo del suéter y sacó un pequeño cilindro<br />

envuelto en una especie de tela protectora.<br />

—¿Lo ve? —gritó el lisiado—. Ahora, en su mano está hacer posible que<br />

se cumplan sus últimas voluntades, y dejarnos que esparzamos las cenizas<br />

por el santuario. Si no, tendré que contarle al señor Knowles cómo nos ha<br />

tratado.<br />

<strong>El</strong> monaguillo dudó. Sabía muy bien lo importantes que eran para el<br />

reverendo las tradiciones. Además, era tan susceptible con todo lo que<br />

tuviera que ver con aquel templo... Tal vez, simplemente, se hubiera olvidado<br />

de que tenía una cita con aquellos familiares. En ese caso, corría más riesgo<br />

no dejándolos entrar. Después de todo, decían que no iban a tardar más que<br />

un minuto. ¿Qué mal podían hacer?<br />

Al apartarse para dejarlos pasar, en los rostros de la pareja le pareció<br />

ver un desconcierto idéntico al suyo. Inseguro, el chico regresó a sus tareas,<br />

mirándolos por el rabillo del ojo. Mientras se adentraban en la iglesia,<br />

Langdon no pudo por menos que sonreír.<br />

—Leigh —susurró—. Mientes muy bien.<br />

A Teabing se le iluminaron los ojos.<br />

—Grupo de Teatro de Oxford. Mi Julio César todavía se comenta. Estoy<br />

convencido de que nadie ha representado la primera escena del tercer acto<br />

con mayor convicción que yo.<br />

Langdon se lo quedó mir<strong>and</strong>o.<br />

—Creía que César ya estaba muerto en esa escena.<br />

Teabing soltó una risita.<br />

—Sí, pero a mí, al caer al suelo, se me abrió la toga y tuve que<br />

quedarme media hora en el escenario con la cosa colg<strong>and</strong>o. Ahora, eso sí, no<br />

moví ni un músculo. Estuve genial, créeme.<br />

Langdon hizo como que se estremecía. «Siento habérmelo perdido.»<br />

Mientras avanzaban por el anexo rectangular en dirección al centro de<br />

la iglesia, a Langdon le sorprendió su austera desnudez. Aunque el diseño<br />

del altar se parecía al de las capillas cristianas lineales, el mobiliario era<br />

tosco y frío, sin atisbo alguno de la ornamentación habitual.<br />

—Adusto —musitó.<br />

—Es que es anglicano —dijo Teabing entre risas—. Los anglicanos se<br />

beben su religión a palo seco. Que nada les haga olvidar su desgracia.<br />

Sophie se adelantó hasta la espaciosa abertura que daba acceso a la<br />

parte circular de la iglesia.<br />

—Esta zona parece una fortaleza —susurró.<br />

Langdon le daba la razón. Incluso desde donde estaban, los muros se<br />

veían extrañamente robustos.<br />

315

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!