24.02.2020 Views

Futbolistas de izquierdas - Quique Peinado

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

universitario. Pero a raíz de su ingreso, su visión del mundo cambió. Decidió

prescindir de su agente y tuvo claro que la presión del fútbol profesional había sido la

causante de su depresión. Se lo tomó todo de otra manera.

Desde diciembre de 2008 mantiene una columna en el periódico serbio Politika,

el más antiguo y prestigioso de los Balcanes. El jugador es un estudioso de la Escuela

de Frankfurt, la corriente de pensamiento seguidora de las teorías de Marx, Friedrich

Georg Engels y Hegel, que elaboró la teoría crítica de la sociedad contemporánea.

Ergic cita de carrerilla textos de Theodor Adorno, Herbert Marcuse y Erich Fromm y

comparte su visión marxista de la sociedad. En sus textos, impropios de un jugador

de fútbol, combate la desideologización de la posmodernidad y busca dinamitar los

cimientos filosóficos de un mundo tan competitivo y capitalista como el fútbol.

Por ejemplo, en uno de sus textos denuncia lo que, a su juicio, es la falsedad del

sueño del futbolista, que para él ha sustituido al sueño americano: «El fútbol, como

otros deportes altamente profesionalizados, sirve para entretener y para mostrar a las

clases más pobres que tienen las mismas oportunidades que el resto de ser ricos y

famosos. Es la manera más pérfida de ser explotados, no sólo con un propósito

ideológico, sino como propaganda de un cuento de hadas donde se puede huir de la

miseria. Así, la industria del fútbol se beneficia de aquellos que no pueden tener lo

más básico. Ese cuento de hadas sirve para engañar a niños que viven en la pobreza y

que nunca podrán acceder a la educación que necesitan para ser médicos, abogados o

banqueros. Y no se quejarán por ello». También criticó el fútbol moderno, ese que,

según él, es cada vez más parecido a un programa de telerrealidad: «Convierten a los

futbolistas en una ficción. Cada vez importa menos lo que ocurre en el terreno de

juego: se habla de sus vidas privadas, se fomenta su imagen, su estética. Una rueda de

prensa es tan importante como un partido. Siguiendo una lógica hollywoodiense,

separan a los jugadores de la realidad, mostrándolos en vallas publicitarias,

televisiones, revistas o videojuegos. Al final, no hay diferencia entre un futbolista y

un personaje de Disney. El jugador es un producto y el aficionado es un consumidor.

La profesionalización los ha separado completamente».

Pero, sobre todo, sus textos se centran en la crítica a la competitividad, tanto en el

estrato profesional como en el papel que juega en la educación de los niños, y en

cómo los roles de una masculinidad mal entendida hacen del fútbol profesional un

terreno abonado para la depresión y la exclusión del diferente. «La sociedad está

llena de complejos masculinos donde no hay hueco para la vulnerabilidad o la

debilidad emocional. La mayor vergüenza de un hombre es sufrir una enfermedad

mental o impotencia sexual, cuando son fenómenos naturales de los que no hay que

sentirse avergonzado. Al mismo tiempo, se presenta el deporte como una fuente de

salud y armonía corporal y espiritual. Y no hay nada más alejado de eso que la

práctica deportiva profesional. Los atletas llegan a sus límites físicos y mentales

tomando antiinflamatorios y analgésicos para paliar sus dolores y estar listos para la

siguiente batalla, y utilizando antidepresivos y multitud de estimulantes para hacer lo

www.lectulandia.com - Página 150

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!