Futbolistas de izquierdas - Quique Peinado
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el central del Club Deportivo Tuilla, el equipo del pueblo, que sigue peleando en
Tercera División, que viste de azul y que tiene un campo que se llama El Candín,
pegado a las vías del tren. Un estadio alucinante para pertenecer a un pueblo tan
pequeño. Vicente nació y vivió toda su vida en el pueblo, y es minero. Lleva barba, el
pelo largo y tiene pinta de revolucionario. Lo es. Creció junto a David Villa, en el
mismo colegio y en la misma clase, y su menor talento para el fútbol le llevó a vivir
una existencia muy distinta a la del Guaje. Quizá, también a tomar otro camino
ideológico. Bueno, eso nunca se sabe, porque a Villa lo más que se le ha oído hablar
de política fue en una entrevista con Don Balón, allá por 2009, cuando a la pregunta
«¿Zapatero u Obama?» respondió un lacónico: «En este caso Zapatero, porque es el
nuestro».
Antes que David Villa, los dos vecinos más ilustres de Tuilla eran hijos de su
tiempo y de su lugar. José Ángel Fernández Villa, histórico sindicalista minero y
socialista de pro, que fue uno de los personajes más importantes de las huelgas
mineras de los 80 y que sigue hoy siendo un referente en las movilizaciones; al
entierro de su madre, que fue multitudinario, acudió Mel, el padre de David Villa, al
que conoce bien. Y el otro vecino famoso de la era pre-Villa fue Gaspar García
Laviana, el sacerdote revolucionario que luchó en Nicaragua del lado de los
sandinistas y que murió a finales de los 70 dirigiendo una columna guerrillera. El
pueblo está tan orgulloso de su paisano que en 2008 le hizo un monumento,
financiado por donaciones particulares, al que los vecinos ofrendan flores cada 11 de
diciembre, la fecha en que cayó en combate allá en Nicaragua, donde todos le
llamaban Comandante Martín.
En las elecciones generales de 2011, las de la mayoría absolutísima del PP, los
dos partidos mayoritarios se repartieron por igual seis de los ocho escaños que le
correspondían a Asturias (otro fue para Foro Asturias y el otro para Izquierda Unida).
No así en Langreo, el concejo al que pertenece Tuilla, donde la suma de PSOE e IU
da mayoría más que absoluta, con casi el 52% de los votos. Allí la gente es de otra
pasta, la que endurece la mina: quien más quien menos es minero, hijo de minero,
amigo de minero o familiar de minero. Y los mineros son de izquierdas. Minero era
Mel, el padre de David Villa, que en diciembre de 1989 bajó por última vez a la mina
para enfrentarse al horror: un incendio se llevaba la vida de cuatro de sus
compañeros, provocaba el cierre del Pozu Mosquitera donde él trabajaba y lo
prejubilaba. El Guaje, que ya jugaba al fútbol mejor que nadie en el pueblo, tenía
ocho años. «De niño quería ser como mi padre, era mi ídolo, pero a medida que
pasaron los años vi lo difícil que era ser minero y el trabajo que debían desempeñar.
Por esto cambié de idea y elegí jugar a fútbol», declaraba a Mundo Deportivo cuando
firmó por el Barça. Por si acaso, de adolescente andaba aprendiendo a instalar aires
acondicionados, no fuera a ser que el fútbol no se diera como parecía. Pero no le hizo
falta. «Éramos muy pequeños, pero sí que recuerdo que para los niños del pueblo
aquello fue jodido, porque imagina lo que te acojona ver que vecinos tuyos han
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