Futbolistas de izquierdas - Quique Peinado
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Oleguer Presas: siempre en la carretera
Oleguer, dice, tiene más preguntas que respuestas. Por eso quizá apenas conceda
entrevistas ni ofrezca juicios de valor, aunque haya pagado más que nadie la osadía
de la opinión política. Oleguer sale casi siempre que hablas con un futbolista de
izquierdas. Ocurrió en varias conversaciones para este libro. «No le apartaron por ser
nacionalista. Le apartaron por ser molesto, por estar al margen, con los okupas; por
cuestionarlo todo», dice de él Ángel Cappa. Iker Sarriegi: «¿Dónde iba a jugar
Oleguer después de lo de De Juana? Como no fuera en la Real Sociedad…». Lo de
De Juana fue su famoso artículo, publicado en La Directa y Berria, en el que
criticaba la actitud de España ante la huelga de hambre del terrorista de ETA Iñaki de
Juana Chaos y, de paso, atacaba las prácticas de tortura de los sucesivos gobiernos
españoles así como los indultos a policías torturadores. Con ese artículo llegó el
escándalo: le reprendió hasta Joan Laporta, presidente entonces del Barça, que luego
haría una estrambótica carrera en política desde el independentismo catalán. Kelme le
rescindió su contrato («Patrocinamos a jugadores de fútbol, no a políticos», dijo su
consejero delegado, Benjamín Clarí, que al año siguiente sería obligado a dimitir de
su cargo por una gestión que llevó a la marca al borde de la quiebra). Casi con la
misma diligencia que Oleguer perdió a la marca valenciana ganó a Diadora, aunque
lo que recibió de los italianos lo donó.
Alfonso Ussía le llamó «despejabolas», «marginado de salón» y dijo que iba a
acabar «jugando al fútbol en el chalé de Carod-Rovira, rompiendo los tiestos».
Federico Jiménez Losantos le acusó de «apoyar a un terrorista». Por el contrario, el
periodista Jordi Basté reivindicó su figura como símbolo del futbolista pensante y
honrado: «Si sólo follan, juegan, salen de noche y se compran grandes coches, [los
futbolistas] son niños mimados, si expresan opiniones son intelectuales de segunda
[…] Faltaría más: por no salir de noche, por pensar, por ir en furgoneta y no salir de
putas».
Lo cierto es que el asunto De Juana hizo irrespirable la situación de Oleguer en el
fútbol español y en 2008, tras cuatro temporadas en el primer equipo del Barça, se fue
al Ajax de Ámsterdam (por tres millones de euros), donde su trayectoria no fue nada
del otro mundo: jugó 26 partidos en su primera temporada, trece en la segunda y
nueve en la tercera. Se retiró con 31 años. Si su carrera tomó un camino más lleno de
baches que si no hubiera abierto la boca nunca se puede decir al 100%, pero parece
claro que fue así. Todo estalló con su texto sobre la situación de un preso de ETA,
aunque su trayectoria como altermundista, anticapitalista e independentista viene de
lejos y nunca la escondió. Vivía en un piso compartido mientras jugaba en el Barça,
se desplazaba en una furgoneta Volkswagen amarilla. Su madre, Mercé Renom, es
una reputada historiadora experta en movimientos sociales en Cataluña, con multitud
de publicaciones al respecto. Oleguer nunca fue un futbolista más, aunque él negara
ser especial. Se lo ganó con varios momentos culminantes.
www.lectulandia.com - Página 210