Futbolistas de izquierdas - Quique Peinado
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Danny Jordaan: un futbolista al lado de Steve Biko
En la Sudáfrica del Apartheid [separación, en afrikáans], el reinado del racismo
más grande que conoció la historia reciente de la Humanidad, el fútbol era un acto de
resistencia. «Jugar en un equipo o ir a los partidos era una manera de hacer frente a la
prohibición que teníamos los no blancos de hacer reuniones multitudinarias», dice
Danny Jordaan. En los 70, mientras en la universidad comenzaba a militar en el
South African Students Organization, la rama estudiantil del movimiento anti
Apartheid que lideraba la imponente y revolucionaria figura de Steve Biko, Jordaan
jugaba al fútbol. Dentro de la categorización racial que hacía el delirante modelo de
gobierno sudafricano, aquel estudiante era coloreado, es decir, de raza mestiza, y por
lo tanto contaba con algunos derechos más que los negros. Ese privilegio le llevó a
moverse con soltura entre las protestas estudiantiles que en los 70 inundaban los
campus universitarios sudafricanos, y a poder ayudar a pie de calle al movimiento
que abanderaba Biko, un socialista que aspiraba a una Sudáfrica igualitaria no sólo en
lo racial.
Danny Jordaan, un tipo alto y deportista, jugaba al cricket, el deporte, junto al
rugby, favorito de los blancos, pero su gran pasión era el fútbol, el juego que
apasionaba a los negros y que en Sudáfrica, como en Estados Unidos y Canadá,
siempre se llamó soccer [término inventado por los jugadores de rugby británicos a
finales del S. XIX, como uso peyorativo. El rugby en aquel momento se llamaba
Rugby Football, y el fútbol Football Association, así de Association se acortó en
Assoc, y de ahí a soccer]. Pero a lo máximo que podía aspirar un no blanco en el
fútbol sudafricano era a disputar la Federation Professional League, una liga de
carácter semiprofesional que se catalogaba como no racial: es decir, en la que podían
jugar los no blancos. Allí fue delantero del Port Elizabeth United, el equipo de la
ciudad donde nació. Era el máximo nivel al que podía jugar alguien de otra raza que
no fuera la dominante. Jordaan tuvo este estatus una temporada, aunque su carrera
duró trece años. «Nunca hubiera podido jugar en la selección nacional. No era
considerado un ciudadano. De hecho, voté por primera vez con 42 años», declaró
Jordaan en una entrevista a The Guardian.
Como discípulo de Biko, Jordaan se imbuyó del pensamiento del movimiento que
inventó y extendió el legendario activista: la Conciencia Negra. Muy arraigada en las
iglesias, esta línea ideológica, que terminó siendo adoptada por la mayoría de los
activistas anti Apartheid, suponía la negación total a asumir los roles sociales que
imponían los blancos, e incluso rechazar la condescendencia que desde los sectores
blancos menos fanáticos se tenía contra el resto de razas. «Hombre negro, estás solo»,
gritaban. Se negaban a hablar afrikáans [lengua derivada del neerlandés e idioma de
la minoría blanca, impuesta como oficial al resto de la población] y a aceptar
cualquier medida que no fuera la de una igualdad total. Danny Jordaan vivió en
primera persona la Masacre de Soweto, en la que una protesta de estudiantes para
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