Futbolistas de izquierdas - Quique Peinado
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Rachid Mekhloufi: la revolución antes que el fútbol
Mekhloufi podía ser una de las estrellas del brillante Saint-Étienne de los años 50,
podía ser un tipo de éxito en la vida y en el fútbol, podía estar afrontando el mejor
momento de su vida con la convocatoria de la selección francesa para el Mundial de
1958; pero a pesar de todo eso nunca pudo dejar de ser un revolucionario y un niño
de Sétif, Argelia, el país en el que 800.000 colonos franceses sometían desde hacía
más de un siglo a ocho millones de musulmanes argelinos. No había cumplido los
nueve años cuando, al final de la II Guerra Mundial, los fastos de celebración del 8 de
mayo de 1945 en su ciudad se cebaron con los que querían la independencia. Un
puñado de activistas del Frente de Liberación Nacional (FLN), el grupo
revolucionario socialista que luchaba por el fin de la ocupación, salió a la calle con la
bandera argelina, prohibida por los colonos. A la altura del Café de France los
gendarmes abrieron fuego. Hubo decenas de muertos y durante dos semanas se desató
una terrible batalla entre el ejército francés, que llegó para sofocar la revuelta, y los
que llamaban indígenas, que con cuchillos y botes de gasolina trataban de hacer
frente a los fusiles. El niño Rachid Mekhloufi vio cosas que un crío nunca debería
contemplar. Murieron 50.000 personas.
Con 18 años lo fichó el Saint-Étienne y emigró a Francia huyendo de la Guerra de
la Independencia de su país, que estallaría al poco de irse. Pero el anhelo de un futuro
mejor y su afán por escapar del horror no le hicieron olvidar los excesos de los
soldados franceses en Sétif.
En 1957, Mekhloufi ganó la Liga gala y representó a la selección militar francesa,
que ganó el Mundial Militar de Fútbol en Argentina. No era lo que quería. Al año
siguiente lo convocaron para jugar el Mundial de Suecia con la absoluta de Raymond
Kopa y Just Fontaine, que soñaba con destronar a Brasil (perderían con los brasileños
en la semifinal por 5-3, con triplete de Pelé). Tampoco era lo que deseaba. En su
cabeza sólo estaba hacer algo por Argelia. Así, el 13 de abril de 1958 desapareció de
Francia sin avisar a nadie. Aquello era una extraña y sorprendente plaga, pues al
mismo tiempo se esfumaron varios jugadores argelinos que jugaban en la selección
de Francia. Mekhloufi era el más representativo, junto con el jugador del Mónaco
Moustapha Zitouni, otro internacional francés que también había sido llamado para el
Mundial. Esa temporada 1957-58 había 33 argelinos jugando en la primera división
francesa, 22 de ellos llegados en las dos últimas temporadas. Se estima que casi todos
ellos daban el 15% de su salario al Frente de Liberación Nacional para ayudar a las
tropas argelinas en su país. Pero fueron once los que se esfumaron junto a Mekhloufi.
La razón de la deserción colectiva era un plan secreto elaborado por el FLN, que
pretendía mostrar a los franceses que hasta los futbolistas profesionales se implicaban
en su lucha, creando un combinado nacional formado por los jugadores esfumados de
Francia, bajo el nombre del Frente de Liberación Nacional. Mohamed Boumezrag,
que cuando era futbolista también fue profesional en Francia, había recibido el
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