Futbolistas de izquierdas - Quique Peinado
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Las hermanas Döller e Irene Müller: a patadas contra la
ultraderecha
El club FC Hellas Kagran de Austria no pasará a la historia del fútbol pero sí a la
de las luchas políticas con botas de tacos. De un lado de esta historia, tres jugadores:
las hermanas Lucia y Margarita Döller e Irene Müller; y de otro, un poderoso político
de ultraderecha, Martin Graf.
En la primavera de 2007, Graf, miembro del Partido de la Libertad (esos
paradójicos nombres de los partidos de la nueva ultraderecha europea), llegaba a la
presidencia del FC Hellas Kagran, un modesto equipo del que había sido jugador y
devoto socio durante décadas. Sustituía en el cargo a Paul Rapp, un socialdemócrata
reconocido, que tenía al club en verdaderas dificultades económicas. La entrada de
Graf supuso una inyección de dinero privado, pero también la politización del club: la
junta directiva fue ocupada por algunos militantes de ultraderecha e incluso las
instalaciones del club llegaron a albergar un acto de confraternización del Partido de
la Libertad. En 2008, Martin Graf conseguía ocupar un altísimo cargo en la estructura
del estado austriaco (vicepresidente del Parlamento), lo que provocaba protestas de la
izquierda de todo el país. Y en una de ellas, tres chicas que iban a protagonizar una
historia que daría la vuelta al mundo.
Graf, miembro de la fraternidad Olympia, muy cercana al nazismo, ayudó para
que cuatro de sus miembros entraran a formar parte de la directiva del Hellas Kagran.
Las hermanas Döller e Irene Müller, jugadoras del Hellas Kagran, se manifestaron
contra la elección de su jefe. Les parecía un personaje racista y sexista que estaba
utilizando la camiseta que vestían los domingos para hacer proselitismo de sus ideas
ultraderechistas. Al día siguiente fueron despedidas del equipo, sin mayor miramiento
ni siquiera por Margarita Döller, una de las capitanas. A Joseff Bitterman, entrenador
de categorías inferiores del club, también lo echaron por apoyar el discurso de las tres
jugadoras. El equipo sub-18 del FC Mauer que vistió durante el calentamiento contra
el Hellas Kagran unas camisetas apoyando a las jugadoras fue sancionado,
paradójicamente, en aplicación de un artículo del reglamento de la Asociación
Vienesa de Fútbol llamado «racismo y otros prejuicios». A los pocos días de su
despido, las tres jugadoras organizaron un torneo de fútbol contra el racismo en Viena
que fue un éxito de asistencia y contó con el apoyo del Partido Socialista.
Irene Müller y Lucia y Margarita Döller fueron fichadas inmediatamente por el
FC Stadlau, uno de los rivales locales del Hellas Kagran. Martin Graf sigue hoy
siendo su presidente. El club ya no tiene equipo femenino.
www.lectulandia.com - Página 218