Futbolistas de izquierdas - Quique Peinado
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Nando, el hermano de Zico
Nando Antunes era bueno. Muy bueno. Como sus hermanos, el mítico Zico
(Arthur Antunes) y Edu (Eduardo Antunes), también jugador profesional. Pero
Nando tuvo que dejar el fútbol con 26 años. Aunque jugaba bien, aunque tenía
talento. La razón es peregrina.
En 1963, tenía 18 años y acababa de empezar a estudiar filosofía y decidió
alistarse voluntario en el Plano Nacional de Alfabetizaçao [Plan Nacional de
Alfabetización], una campaña organizada por varios movimientos sociales y
religiosos vinculados a la Iglesia católica que logró alfabetizar a cinco millones de
brasileños en dos años, hasta que el golpe militar de 1964 lo enterró. Con la llegada
de la dictadura, pasó a formar parte de los archivos de subversivos, un sello en la
cartilla que no se despegó ni por ser futbolista.
Formado en la cantera del Fluminense, en 1966 ya era profesional en el Santos do
Espírito Santo. Todo parecía ir bien hasta que cambiaron al entrenador. El nuevo era
capitán del Ejército. A la semana siguiente, el presidente lo llamó para decirle que,
lamentándolo mucho, estaba despedido. De ahí pasó al Madureira, de donde también
lo echaron en extrañas circunstancias. «Yo no quería pensar en la relación política,
pero no había otra explicación», dice Nando.
En su siguiente equipo, el Ceará Sporting Clube (primera división del Estado
Cearense), jugó lo suficientemente bien como para que lo llamaran de Europa, del Os
Belenenses portugués. Era 1968 y allí también mandaban los militares. La dictadura
de Salazar pronto tuvo noticias de quién era Nando. «Cuando llegué, me querían
pagar la mitad de lo que habíamos hablado. Protesté, y al hotel vino la policía política
portuguesa y comenzó a explicarme que yo había llevado a cabo actitudes
subversivas en Brasil. Me apartaron del equipo y me retiraron el pasaporte. Tenía 22
años, no paraba de llorar. Todo eran amenazas y presiones», relata. Finalmente, logró
salir de Europa rumbo a casa gracias a la ayuda económica del mítico Eusebio, el
mejor jugador portugués de la historia. Nando alargó su carrera cuatro años más, con
otro regreso a Portugal para jugar en el Gil Vicente. Pero la presión era asfixiante. Y
no sólo le afectaba a él.
La familia Antunes cree que Edu no fue al Mundial de 1970 por ser el hermano
de un jugador subversivo. No se sabe si tenía sitio en el equipo, pero seguro que los
militares controlaron el proceso. Tras los partidos de clasificación para el
campeonato, el seleccionador João Saldanha, reconocido comunista, fue destituido
del cargo en marzo de 1970, a pocos meses del Mundial. Saldanha dijo que el general
Emilio Garrastazu Médici, entonces presidente del país, exigió que llevara a Dario
[Dario José Dos Santos, Dadá Maravilha], jugador del Clube Atlético Mineiro del
que era fan. Saldanha se negó, contra el consejo del presidente de la Confederación
Brasileña de Fútbol, el siempre cercano al poder João Havelange. La prensa,
controlada por el régimen, dijo que había sido destituido porque pretendía dejar fuera
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