Futbolistas de izquierdas - Quique Peinado
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
continuos hacen correr el riesgo de perder el balón en zonas peligrosas) y su creencia
científica de que se marcan muy pocos goles a las defensas completamente
organizadas (es un escrupuloso practicante de la zona y de la disciplina en defensa),
se le acusa de un juego aburrido de patadón, delantero alto como referencia para
bajar la pelota y mucho movimiento sin balón, pero lo cierto es que los resultados
casi siempre le han acompañado.
Con la selección noruega consiguió clasificarse para los Mundiales de 1994 y
1998, un hecho inédito en el fútbol del país, que sólo había logrado entrar en el
campeonato de 1938, y que no lo ha vuelto a hacer desde entonces. Sus números son
descomunales para un equipo que hasta entonces era de tercera fila: en 88 partidos
oficiales, 46 victorias, 26 empates y 16 derrotas con 168 goles a favor y 63 en contra.
En su segunda etapa al frente del conjunto nacional, que comenzó en enero de 2009
(a mitad de la clasificación para el Mundial de 2010, del que se quedaron fuera) no
consiguió meter al equipo en la Eurocopa por diferencia de goles, tras empatar a
puntos con Portugal. Cuando cogió al equipo estaba en el puesto 59 del ranking FIFA
y en dos años lo había ascendido al 11.
No se sabe desde cuándo y hasta qué momento fue militante del AKP. No ha
querido hablar demasiado de su pertenencia a aquel grupo de maoístas que aplaudió
sin sonrojo el genocidio de Pol Pot en Camboya o que sostenía con orgullo la bandera
de Stalin. Sí se sabe que se sigue definiendo comunista, y a mucha honra. El AKP era
profundamente feminista. Olsen lo es: en 1995, utilizó su potestad de votar en el
FIFA World Player para elegir a la jugadora Hege Riise y reivindicar el papel
femenino en el fútbol. El AKP siempre estuvo cerca de la causa palestina, y en 2010
Olsen firmaba un documento, junto a otras 99 personas relevantes de Noruega,
reivindicando un boicot cultural y académico contra Israel. Declaró: «Es lo que
piensa el 90% de los noruegos. Puedes tener la ideología que sea, pero la ocupación
de Palestina es inmoral e ilegal». Le llovieron los apoyos y también las
recriminaciones, ya que se especuló con que el seleccionador se negara a dirigir a su
equipo si debía enfrentarse a Israel en la clasificación de la Euro 2012, algo que
finalmente evitó el sorteo.
Años antes, en 1995, Olsen vio cómo uno de sus jugadores tomaba una posición
política clara e inequívoca. Lars Bohinen, mediocampista de la selección noruega y
por entonces del Nottingham Forest inglés, se negaba a jugar un amistoso contra
Francia en Oslo. El primer ministro, Jacques Chirac, había retomado los ensayos
nucleares en el sur del Pacífico, en el atolón polinesio de Mururoa, y su actitud había
desatado una protesta internacional. En este caso, fue el jugador quien tiró de la grada
para movilizarse: a raíz de su denuncia, el previo al encuentro se convirtió en una
manifestación masiva del público noruego contra la actitud francesa, pancartas y
cánticos incluidos. Olsen declaró que hubiera deseado que Bohinen encontrara otra
manera de protestar, pero que apreciaba su compromiso. «Estoy seguro de que es una
decisión que ha meditado muchísimo», dijo. El jugador nunca fue sancionado.
www.lectulandia.com - Página 180