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Futbolistas de izquierdas - Quique Peinado

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mismo Tele/eXpress en los que se habían publicado artículos contando lo que

ocurría», relata Banyeres.

Otra cosa muy distinta fue lo que vivió aquel equipo durante el campeonato.

«Estábamos concentrados en La Martona, un sitio totalmente apartado de todo, sin

contacto apenas ni con los periodistas o la familia. Aquel sitio, que era un desastre

con las paredes húmedas y donde hacía un frío que pelaba, era la nada: si sacabas la

cabeza y mirabas alrededor, podías estar en Argentina o en la otra punta del mundo.

Yo he vivido más algunos mundiales estando en mi casa que aquel», dice Rexach en

una opinión compartida por Cardeñosa. «Era como un campo de concentración»,

señala el ex del Betis. De aquel hotelucho se decía que antes de la llegada de la

selección era un puticlub, para más señas.

Ese aislamiento, que también sufrieron otras selecciones, quizá fue una treta de la

Junta para tener a los jugadores apartados de todo. De lo que no podían dejarlos de

lado era de las medidas de seguridad extrema y de la impresionante presencia de

militares por todas partes. Lo recuerda Rexach: «Con el autobús íbamos por

carreteras pequeñas, de dos sentidos, ocupando los dos carriles, y los coches que

venían de frente se tenían que tirar a la cuneta porque los arrollaban. Siempre nos

acompañaban muchos motoristas y había militares por todas partes».

Rexach hoy se considera un hombre de centro, aunque cree que en 1978 «era

mucho más de izquierdas que ahora». Al Rubio de Pedralbes, barrio bien de

Barcelona, se le atribuye la presencia casi perenne en los recitales de Raimon y

recuerda los tiempos en los que «salíamos del colegio y muchas veces teníamos que

echar a correr porque había lío con los grises». Fue uno de los pocos deportistas

españoles que participó en campañas de promoción del voto en las primeras

elecciones. Sin embargo, cuando rememora lo que sabía de Argentina en 1978 se

reconoce a sí mismo el pecado de la ignorancia. «Cuando después se ha sabido lo que

pasaba allí, simplemente me parece increíble. Que pasaran esas cosas y que se

mantuvieran ocultas tantos años… No sé si fue por la censura o porque mucha gente

calló… No sé, nunca lo puedes imaginar», dice.

Para terminar la charla le preguntamos que, si de haber sabido qué ocurría allí, se

hubiera planteado no ir a ese torneo. «Es difícil de decir, porque aquel era un Mundial

importante, hacía muchos años que la selección no iba a uno [la última participación

databa del Mundial de Inglaterra, en 1966]… Pero creo que no hubiera ido. Y no te lo

digo por quedar bien o por hacerme el héroe, simplemente hubiera renunciado por

miedo. En un sitio en el que ocurrían cosas así, ¿qué te podría pasar?», sentencia.

www.lectulandia.com - Página 64

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