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Revista UNINPAHU No 10

Revista de investigación UNINPAHU No 10

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Claudia Jiménez - Jenny Hernández - Yury González<br />

Liderazgo de los directores y su relación con la motivación hacia el trabajo y el desempeño de docentes<br />

131<br />

salarios, condiciones laborales, el trabajo<br />

por sí mismo, entre otros aspectos (Cortés,<br />

2004), orientados hacia el alcance de objetivos<br />

o metas, a suplir las necesidades de las<br />

personas, profesional y laboralmente (Usher,<br />

2008). También, se ve afectada por la cultura<br />

organizacional e influye en las actitudes y los<br />

valores propios de las actividades laborales;<br />

por ende, en su desempeño general (Carmona,<br />

2004).<br />

Hay diversas teorías sobre la motivación hacia<br />

el trabajo; cada autor las clasifica según el<br />

enfoque de su investigación. A continuación se<br />

nombran algunas y se muestra la clasificación<br />

de Porter, Bigley & Steers (2003), la cual se basa<br />

en grandes pilares: en la persona o el trabajador,<br />

en su contexto conductual y en la relación de<br />

los dos. Apoyada en la persona se encuentra<br />

la teoría de las necesidades de Maslow, que se<br />

centra en satisfacer las necesidades básicas y<br />

las que permiten crecer y desarrollarse en sus<br />

competencias (Agut y Carrero, 2007). La teoría<br />

X Y de McGregor tiene como finalidad el logro<br />

de las metas personales y, a la vez, el logro de los<br />

objetivos de la organización; esta fue la premisa<br />

final a la que llegó Mc Gregor luego de analizar<br />

las teorías por separado (Agut & Carrero, 2007).<br />

La teoría de las necesidades de McClelland<br />

tiene como finalidad suplir las necesidades<br />

basándose en tres enfoques hacia el logro, hacia<br />

el poder y a la afiliación (McClelland, 2003);<br />

las orientaciones motivacionales intrínsecas y<br />

extrínsecas. (Gagne & Deci, 2005).<br />

El segundo grupo de teorías se abordan desde<br />

el contexto conductual; aquí se encuentra<br />

la teoría del refuerzo de Skinner, en la cual<br />

el trabajador se comporta de cierta forma<br />

para obtener refuerzos positivos, como lo<br />

enuncia Porter et al. (2003). El tercer grupo<br />

de teorías se aborda desde la combinación<br />

del trabajador y el contexto conductual; entre<br />

ellas se encuentra la teoría de la expectativa de<br />

Vroom, quien afirma que la fuerza a actuar en<br />

determinada forma depende de la expectativa<br />

y lo llamativo del resultado para la persona<br />

(Ramírez, Abreu y Badii, 2008). En la teoría de<br />

la equidad de Adams, el trabajador recibe de<br />

acuerdo con lo que aporta y lo compara con lo<br />

que reciben los demás (Agut y Carrero, 2007).<br />

La teoría social cognitiva de Bandura plantea<br />

que las personas, además de ser conocedoras y<br />

ejecutoras, son autorreactivas y con capacidad<br />

de autodirección (Bandura, 1995; García y<br />

Ramos, 2007). La teoría de establecimiento<br />

de objetivos de Latham y Pinder (2005) se ha<br />

centrado no solamente en la relación de la<br />

persona con su trabajo, sino con otros factores<br />

que interactúan en la motivación, como el<br />

contenido del trabajo, la personalidad, los<br />

factores afectivos y los cambios asociados al<br />

medio ambiente en que se desarrolla.<br />

Liderazgo<br />

En cuanto al liderazgo, es la capacidad<br />

para influir en los demás, con el propósito<br />

de obtener mayores esfuerzos de los<br />

subordinados para lograr los objetivos y las<br />

metas organizacionales y responder a los<br />

cambios en la organización (Stoner y Freeman,<br />

1996). Según Arámbula (2006), existen cuatro<br />

tipos de capacidades que se deben tener en<br />

cuenta en el liderazgo, a saber: la capacidad<br />

estratégica, la cual permite tomar decisiones<br />

oportunas para enfrentar situaciones<br />

complejas; la capacidad interpersonal para<br />

dirigir y estimular efectivamente a los<br />

trabajadores; la capacidad emocional, para<br />

enfrentar situaciones difíciles con firmeza<br />

y la capacidad técnica, mediante la cual, se<br />

aplican los conocimientos para el logro de los<br />

resultados de acuerdo con el plan estratégico<br />

de la organización.<br />

Se debe partir del líder, quien es la persona que<br />

puede ver lo que sucede alrededor y anticiparse<br />

a las situaciones antes de que ocurran,<br />

evaluando su desempeño por la magnitud<br />

de los cambios que produzca (Figueroa<br />

y Machado, 2012). Por eso, el liderazgo<br />

determina la dirección de un grupo social<br />

hacia un objetivo en común y, por lo tanto, la<br />

persona que orienta debe poseer habilidades<br />

y capacidades para guiar y controlar a los<br />

demás (Lupano y Castro, 2013). El liderazgo<br />

es un proceso de interacción en un grupo, por<br />

lo menos dos personas, en búsqueda de un<br />

objetivo (González y González, 2008). El líder<br />

se relaciona con sus empleados a partir de los<br />

elementos que hacen parte de la dirección y<br />

de la influencia que pueda ejercer sobre ellos,<br />

produciendo efectos en la eficacia y eficiencia<br />

de la organización (Rozo y Abaunza, 20<strong>10</strong>).

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