21.04.2021 Views

Revista UNINPAHU No 10

Revista de investigación UNINPAHU No 10

Revista de investigación UNINPAHU No 10

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

74 Pp 61 - 76. Nº <strong>10</strong>, octubre de 2014<br />

está relacionado con varios principios<br />

fundamentales de la ética periodística. Para<br />

ello, se presenta en las tablas 3 y 4, algunos<br />

ejemplos de titulares en los cuales se emplean<br />

palabras como crimen, muerte, asesinato,<br />

homicidio y en muy pocas ocasiones<br />

feminicidio, para referirse a este paradigma<br />

que, como se ha buscado sustentar a lo largo<br />

del texto, está interrelacionado con la violencia<br />

de género.<br />

Lo primero que llama la atención, en los<br />

ejemplos anteriores, es la ausencia de la palabra<br />

feminicidio en los titulares de El Tiempo;<br />

únicamente aparece tres veces en el desarrollo<br />

de las noticias. En El Espectador sí se encuentra<br />

el término en cuatro titulares y dos ocasiones<br />

en el desarrollo de los artículos periodísticos.<br />

Se destaca este hallazgo, en cuanto los titulares<br />

son considerados como la síntesis del discurso<br />

periodístico; por eso, es muy diciente que en los<br />

dos periódicos de circulación nacional haya una<br />

escasa visibilización de este concepto, que como<br />

se ha visto, es imprescindible para comprender<br />

la complejidad del feminicidio.<br />

Por el contrario, en la muestra de titulares es<br />

notoria la persistencia del uso de las palabras<br />

homicidio, asesinato, crimen e incluso muerte,<br />

para referirse a una serie de hechos, claramente<br />

ubicados en las características del feminicidio.<br />

Preocupa además, el inadecuado uso del<br />

término “celos”, el cual, lejos de revelar una<br />

investigación periodística sobre los móviles de<br />

los asesinatos de mujeres, termina presentando<br />

una información sesgada, que reproduce una<br />

actitud permisiva frente a delitos premeditados,<br />

varios de ellos cometidos con alevosía,<br />

ensañamiento y sevicia. Expresiones como<br />

éstas, no permiten salir del peligroso discurso<br />

del crimen pasional, detrás del cual se busca<br />

atenuar las penas, invirtiendo la lógica de la<br />

víctima frente al victimario.<br />

Las mismas palabras empleadas en varios de<br />

los titulares revelan una serie de crímenes de<br />

lesa humanidad hacia las mujeres, sin que<br />

paradójicamente se use la expresión feminicidio:<br />

“estrangulación”, “empalar”, “desmembrada”,<br />

“violada y quemada”. En el caso de la “Masacre<br />

en Bosa”, el término empleado finaliza<br />

ocultando dos feminicidios que se dieron en<br />

una familia; se generaliza el acto atroz cometido<br />

por Hernando Hernández, denunciado por<br />

su asesinada esposa, en siete ocasiones por<br />

maltrato, en la Comisaría de Familia de Bosa, sin<br />

lograr una atención eficaz y oportuna desde la<br />

institucionalidad del Estado colombiano. En este<br />

trágico caso fueron asesinadas dos mujeres: Jeny<br />

Losada, esposa del victimario y la cuñada del<br />

mismo, Camila Losada, quien trató de defender<br />

a su hermana; además, dos de sus tres hijos:<br />

Mateo, de 6 años y Bryan de 9 años. Sí fue una<br />

masacre, pero ¿dónde quedan los feminicidios?<br />

La Real Academia Española (2001) define<br />

muerte como “Cesación o término de la vida”,<br />

también hace alusión a la “muerte que se causa<br />

con violencia”. Por lo tanto, titulares como “Por<br />

estrangulación murió colombiana en Estados<br />

Unidos”, “Indignación por muerte de joven<br />

violada y quemada”, “Niña murió a manos<br />

de su padrastro”, resultan muy imprecisos<br />

frente al acto delictivo. Ni siquiera se plantea<br />

en dichos titulares que son muertes violentas,<br />

e indudablemente, las interpretaciones que se<br />

generan al titular con la palabra muerte son<br />

diferentes a usar términos como asesinato,<br />

homicidio o crimen, por no hablar de feminicidio.<br />

En el titular ¿Quién soy yo para juzgar?, en lo<br />

absoluto se construye el significado de muerte,<br />

menos de asesinato u homicidio y muchísimo<br />

menos de feminicidio. Sin embargo, al leer<br />

el subtítulo de esta noticia internacional se<br />

informa: “Cinco meses después de que Andrea<br />

Quintero, transexual colombiana, fuera<br />

asesinada en Roma, el sacerdote de la iglesia<br />

jesuita más prominente de la ciudad le hizo<br />

un funeral”. Es el único caso hallado en la<br />

búsqueda diaria, durante seis meses y medio,<br />

de un feminicidio de una persona transexual:<br />

“Quintero, de 31 años, fue encontrada sin<br />

vida en la estación. Las autoridades llevaron<br />

su cuerpo a la morgue de Roma, en donde<br />

permaneció cinco meses a la espera de que<br />

sus familiares en Colombia lo reclamaran.<br />

Pero jamás llegaron, ni se comunicaron con<br />

las autoridades italianas o colombianas en<br />

Roma” (párr. 3). La manera como fue hallada<br />

esta colombiana, sugiere la posibilidad de un<br />

asesinato de odio en razón del género, es decir,<br />

feminicidio: “Una investigación determinó que<br />

Andrea murió el 29 de julio como consecuencia<br />

de las graves lesiones de una cruel paliza”<br />

(párr. 1).

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!