Rafael BenÃtez, Universidad de Valencia - framespa
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ienes (incluyendo el trigo y los animales) 61 también se almacenaban en los puestos<br />
fortificados. Hay que diferenciar entre los éxodos <strong>de</strong>finitivos (mientras dure la guerra) y las<br />
retiradas provisionales ante una amenaza concreta que se podían realizar al castillo o iglesia<br />
más próxima. En ocasiones estos puntos fuertes podían obtener salvaguardas <strong>de</strong> los enemigos,<br />
convirtiéndose así en atractivos lugares <strong>de</strong> resi<strong>de</strong>ncia para familias pudientes 62 .<br />
Las referencias e informaciones fiscales 63 en tiempo <strong>de</strong> guerra a la <strong>de</strong>solación y abandono <strong>de</strong><br />
campo han <strong>de</strong> ser consi<strong>de</strong>radazas con una cierta distancia, ya que los periodos <strong>de</strong> paz (o<br />
incluso <strong>de</strong> tregua para recuperar las cosechas) veían reaparecer la población sobre el territorio<br />
con relativa rapi<strong>de</strong>z. Ciertamente la <strong>de</strong>strucción <strong>de</strong> las cosechas o, sobre todo, <strong>de</strong> los molinos<br />
(práctica especialmente presente en la guerra <strong>de</strong> los Treinta Años), podía tener un efecto<br />
durable sobre el territorio; pero éste parece que se recuperaba con relativa facilidad <strong>de</strong> la<br />
captura a rescate <strong>de</strong> campesinos y animales, <strong>de</strong> la muerte <strong>de</strong> éstos últimos y <strong>de</strong> la<br />
<strong>de</strong>spoblación; a fin <strong>de</strong> cuentas, no hay que olvidar que se trataba <strong>de</strong> una zona especialmente<br />
rica en términos agrarios y que iba a atraer <strong>de</strong> forma constante, las hostilida<strong>de</strong>s <strong>de</strong>tenidas, un<br />
notable flujo migratorio.<br />
3- Vivir en, pese y <strong>de</strong> la frontera.<br />
Como toda frontera en la Edad Mo<strong>de</strong>rna, éste era un espacio en el que había una cierta<br />
excepcionalidad jurídica, política y económica. Los habitantes <strong>de</strong> la misma veían remunerado<br />
su <strong>de</strong>dicación a la <strong>de</strong>fensa <strong>de</strong>l reino y <strong>de</strong>l bien común mediante una participación más<br />
presente <strong>de</strong>l rey que se podía concretar en la concesión <strong>de</strong> privilegios regios 64 y <strong>de</strong> gracias. El<br />
límite en el control <strong>de</strong> las autorida<strong>de</strong>s políticas y religiosas hizo que la Reforma pudiera<br />
subsistir en algunas zonas <strong>de</strong>l territorio gracias a que los protestantes acudían a servicios que<br />
se <strong>de</strong>sarrollaban <strong>de</strong>l otro lado <strong>de</strong> la raya. Sin embargo, la frontera no era un territorio en el que<br />
se suspendían o eliminaban las reglas sociales o culturales, simplemente la ambigüedad<br />
espacial y política permitía una mayor diversidad en su uso.<br />
La vida en la frontera era enormemente compleja, incluso en tiempo <strong>de</strong> paz había que vivir<br />
con la posibilidad <strong>de</strong> una incursión sorpresa proce<strong>de</strong>nte <strong>de</strong> Francia, como suce<strong>de</strong>ría con las<br />
amenazas constantes <strong>de</strong> 1610-1611 65 . Era un miedo justificado, ya que cada generación tenía<br />
conciencia propia <strong>de</strong> qué significaba la guerra, <strong>de</strong> la peligrosidad <strong>de</strong> los caminos, <strong>de</strong>l refugio<br />
en las villas, <strong>de</strong> los impuestos sobreañadidos para mantener las fortalezas o <strong>de</strong> las continuas<br />
reclamaciones para contribuir a la <strong>de</strong>fensa. Los niveles <strong>de</strong> riesgo en estas circunstancias se<br />
elevaban <strong>de</strong> forma dramática; a fin <strong>de</strong> cuentas la posibilidad que la ciudad fuera ocupada o<br />
que uno mismo o un pariente fueran capturados y puestos a rescate era muy alta. En este caso,<br />
el <strong>de</strong>sastre económico afectaba al conjunto <strong>de</strong> la familia, ya que para rescatar los bienes o las<br />
personas era preciso reunir el numerario suficiente, generalmente estableciendo rentas o<br />
malvendiendo las propieda<strong>de</strong>s. Todavía está por mesurar el efecto que los gastos <strong>de</strong> la guerra<br />
cotidiana tuvieron en la circulación <strong>de</strong> bienes inmobiliarios.<br />
61 LOUIS, 1996, 188.<br />
62 Alonso <strong>de</strong> VÁZQUEZ, Los sucesos <strong>de</strong> Flan<strong>de</strong>s y Francia <strong>de</strong>l tiempo <strong>de</strong> Alejandro Farnesio, Madrid, 1880, 3 vol, III, pp.<br />
135-ss.<br />
63 POTTER, 1993, capítulo 6, especialmente significativo el mapa <strong>de</strong> la página 214; Cyrille THELLIEZ, « L'après Guerre dans<br />
le Pays <strong>de</strong> Cambrai <strong>de</strong> 1595 à 1600 », Mémoires <strong>de</strong> la Société d'Emulation <strong>de</strong> Cambrai, t LXXXVI, 1º, 1939, pp. 133-173 ;<br />
THIERRY, 1996, 68.<br />
64 JOBLIN, 2000, 77-ss.<br />
65 L. DESCHAMPS DE PAS, Histoire <strong>de</strong> la ville <strong>de</strong> Saint-Omer <strong>de</strong>puis son origine jusqu’en 1870, Arras, 1880, p. 102.<br />
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